XL Congreso Nacional y I Congreso Virtual de la semFYC - Valencia
del 15 de septiembre al 6 de octubre de 2020
Atención Primaria.
Mujer de 47 años asintomática que consultó en Atención Primaria porque en la analítica de empresa destacaba un volumen corpuscular medio elevado (VCM 105 fL) sin otros hallazgos reseñables.
Enfoque individual
Como antecedentes personales destaca una hipertensión arterial en tratamiento. A nivel de hábitos de vida, negaba el consumo de alcohol o tabaco y aseguraba tener una dieta equilibrada, aunque tenía un consumo bajo de carnes.
La exploración física fue anodina.
Se repitió la analítica que confirmó la macrocitosis y, además, identificó una hipovitaminosis de B12 (169 pg/mL) y de ácido fólico (2,19 ng/mL). Para filiar la etiología de dicha macrocitosis, se realizó un estudio analítico de autoinmunidad y una detección del antígeno de H. pylori en heces, siendo ambos estudios negativos.
Dado que, pese a las modificaciones dietéticas, persistía la hipovitaminosis B12, dada la edad de la paciente se realizó una gastroscopia con toma de biopsias donde se demostró la existencia de una gastritis crónica atrófica con infección activa por H. pylori.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Juicio clínico: Gastritis crónica atrófica secundaria a infección por H. pylori.
Diagnóstico diferencial de la macrocitosis: Fármacos, consumo de alcohol, síndrome mielodisplásico, déficit de ácido fólico y déficit de vitamina B12, siendo causas de este último el vegetarianismo, la insuficiencia pancreática, la malabsorción intestinal, algunos fármacos y la gastritis atrófica autoinmune o secundaria a infección por H. pylori.
Tratamiento y planes de actuación
Se inició el tratamiento erradicador con la cuádruple terapia.
Evolución
A las 6 semanas de finalizar el tratamiento, los niveles de vitamina B12 ya se habían normalizado.
La infección por H. Pylori afecta a más de la mitad de la población de los cuales, un 20% presentará clínica. Por ello, es un motivo de consulta muy frecuente en Atención Primaria.
Las guías recomiendan empezar el diagnóstico con las pruebas no invasivas (detección del antígeno en heces o el test del aliento). Ambas presentan buena sensibilidad (>90%). Sin embargo, también tienen un porcentaje no desdeñable de falsos negativos. Esto es importante de cara al manejo de dicha patología en Atención Primaria ya que, si el resultado de las pruebas no invasivas es negativo pero la clínica sigue siendo sugestiva, no podemos fiarnos del resultado y hay que acudir a las pruebas invasivas dado que son el gold standard.