XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Formar en técnicas psicológicas cognitivo-conductuales (TCC). Vivenciar las TCC que luego aplicaran.
Incrementar la auto empatía, la cohesión del equipo.
Favorecer el crecimiento en áreas personal-profesional. Facilitar sentirse acompañados en la tarea diaria de cuidar a otros.
Potenciar habilidades y fortalezas para mejorar gestión de la carga de trabajo a la vez que el cuidado del profesional.
Prevenir Burn out.
El equipo de médicos de un centro AP de Barcelona contacta conmigo solicitando formación en TCC. Realizamos reunión para detectar: necesidades del equipo, conocimientos sobre el tema, expectativas, horarios.
Se diseña un curso teórico-vivencial que consta de: exposición teórica-grupos microbalint -dinámicas grupales. Los asistentes co-construyen los conceptos teóricos e interiorizan las herramientas psicológicas descubriendo cómo se sienten. Creamos un contexto relacional en el que se cuida la interacción a la vez que se transmiten conocimientos y se experimentan las técnicas.
Las sesiones se evalúan diariamente y se rediseñan en función de lo que surge permitiendo el ajuste de la intervención de un modo dinámico a la medida de las necesidades que el grupo va poniendo de manifiesto.
El curso está diseñado de forma que los asistentes pasan por las fases de una TCC: 1. Inicio-llegar a la sesión; 2.Grupobalint-Revisión de: tareas, dudas, dificultades; 3. Propuestas de trabajo del día, explicación teórica-práctica-reflexión; 4. Compromiso.
Participaron 14 médicos de familia. Se cumplió el calendario. Aumentó la asistencia a las sesiones.
Valoración final: observaciones positivas referentes a la dinámica de la experiencia. Buena acogida del plan de trabajo. Planteamiento de supervisión.
Considero interesante este tipo de formación que potencia y facilita la integración de nuevos conocimientos y actitudes, obteniéndose una visión más amplia, holística y comprensiva, que orienta en la resolución de situaciones complejas, al mismo tiempo que mejora las posibilidades de autocuidado del profesional en su día a día asistencial, se perfeccionan estrategias de abordaje y se potencia el desarrollo del equipo como tal.