XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar
Episodios de dolor dorso-lumbar, así como limitación en la movilidad .
Enfoque individual
Antecedentes personales. Hipertensión arterial, dislipemia, obesidad, artroplastia rodilla izquierda, síndrome depresivo
Anamnesis.Mujer de 83 años que acude a la consulta por dolor de espalda de repetición, junto con limitación en la movilidad.
Exploración física. Dolor al palpación a nivel dorsal y lumbar de columna vertebral, así como de sacroiliaca derecha, tumefacción a nivel paravertebral dcha y limitación en movimientos de flexo-extensión.
Pruebas complementarias: Analítica normal. Radiografía columna dorsal. Extensa osificación de ligamento longitudinal anterior en varios niveles dorsales. Cuerpos vertebrales con altura conservada. Radiografía columna lumbar. Curva escoliótica lumbar de convexidad derecha sin que se visualicen claramente los limites entre vértebras en la porción superior de columna lumbar. Extensa e importante proliferación ósea en la porción concava de la escoliosis. Radiografia de pelvis. Imagen osificada adyacente a vertiente medial del cuello femoral izquierdo de carácter indeterminado.
Enfoque familiar
Paciente que vive con su marido. Gran apoyo familiar y supervisión por parte de sus hijas.
Desarrollo
Planteamos un diagnóstico diferencial entre espondiloartrosis, espondilitis anquilosante e hiperostosis esquelética difusa idiopática. Dado la clínica del paciente y las características de la radiografía nos planteamos como diagnóstico hiperostosis esquelética.
Tratamiento
Se utilizaron parches de fentanilo y paracetamol para control del dolor.
Evolución
Actualmente nuestra paciente presenta una importante mejoría clínica.
La hiperostosis esqueética idiopática es una patología caracterizada por una tendencia a la osificación de tendones, ligamentos, periostio y cápsulas articulares, tanto espinales como extraespinales, siendo un hallazgo radiográfico muy frecuente en nuestras consultas, aunque en ocasiones no es bien conocida o se confunde con otras patologías osteoarticulares degenerativas.
El diagnóstico es sencillo y sólo requiere la realización de una radiografía simple.
El diagnóstico diferencial debe establecerse con espondiloartrosis y espondilitis anquilosante.
Es el médico de familia el que debe de ocuparse del diagnóstico y seguimiento, que irá centrado en detectar precozmente complicaciones, así como de informar del pronóstico benigno de la enfermedad.