Parálisis facial con evolución inesperada (Póster)
Ámbito del caso
Atención Primaria.
Motivos de consulta
Hombre de 27 años con crisis de ansiedad tratada con alprazolam 0,5 mg con mejoría. A las 48h acude a urgencias hospitalarias porque tras nueva crisis, presenta disestesias en hemicara derecha y espasmos en boca y mandíbula derechas con blefarospasmo. TAC y analítica normales, no responde a diazepam 10mg iv ni biperideno 2mg iv e ingresa en observación 24h. Dado de alta con diagnóstico de Parálisis fácil periférica y tratamiento con prednisona 30mg/24h durante 8 días y Lorazepam 1mg /8h, pendiente de valoración en consulta de neurología. Por los problemas visuales presenta caída a los 5 días con herida en zona supraciliar derecha.
Historia clínica
Enfoque individual
- Antecedentes sin interés, no consumo de fármacos ni tóxicos.- Exploración: disartria leve con tartamudez, espasmo orbicular derecho, espasmos linguales y bucales con contractura de esternocleidomastoideo. Tras realizar una infiltración anestésica previa a la sutura, desaparece la distonía de la hemicara.-Pruebas complementarias; hemograma y bioquímicas normales, TAC craneal normal.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Juicio Clínico: distonía oromandibular con blefarospasmo (síndrome de Meige).
Diagnóstico diferencial: parálisis fácil periférica, trastorno de conversión.
Tratamiento y planes de actuación
Se mantiene el Lorazepam 1 mg/8h aunque en caso de persistir la distonía se hubiera podido indicar Clonazepam 0,5 mg/8h. No ha sido visto en neurología todavía, pero como alternativa se puede usar la toxina botulínica.
Evolución
Se mantiene con ansiedad pero asintomático del resto de síntomas y signos faciales.
Conclusiones (y aplicabilidad para la Medicina de Familia)
La clínica y evolución no coinciden con una parálisis facial, no habiendo encontrado nosotros ninguna guía que referencie la respuesta a la infiltración anestésica, e incluso las realizadas en odontología pueden ser causa del proceso. En la exploración no había desviación de la comisura bucal, que podría haber orientado hacia el diagnóstico, aunque recibió los tratamientos recomendados. Las distonías suelen deberse a lesiones periféricas, pero tampoco refirió ningún traumatismo previo en la zona. También hay casos idiopáticos con distonías paroxísticas, como éste quizás, aunque la rápida curación no descartaría un posible trastorno conversivo. Consideramos de interés mostrar el caso para insistir en la diferencia entre ambas entidades que puede realizar un médico de familia solo con la exploración clínica.
Comunicaciones y ponencias semFYC: 2024; Comunicaciones: Casos clínicos. ISSN: 2339-9333