XXXIII Congreso de Comunicación y salud
del 25 al 27 de abril 2024
Aprender a dinamizar grupos de terapia en deshabituación de adicciones con un enfoque de género.
Los grupos de terapia de deshabituación a drogas están conformados mayoritariamente por hombres, siendo las adicciones en mujeres llevadas de una forma solitaria, con mayor culpabilización por parte de familia y sociedad. Además, en contexto de intoxicaciones se producen con frecuencia agresiones sexuales machistas.
En una sesión de iniciación a deshabituación se invita a los pacientes a explicar por qué se encuentran allí, dificultades que encuentren… de una forma abierta y honesta. Uno de los participantes, hombre, de 80 años, con problemas de adicción al alcohol, refiere que «a pesar de beber, nunca he pegado a mi mujer», orgulloso, gesto que el resto de hombres de la sala (veintitrés) ríen, no así la única mujer que se encontraba en el grupo, que permanece callada. La rueda de comunicación continúa, sin haber neutralizado el comentario machista, con lo que la sesión termina. La paciente mujer no acude a la siguiente sesión, refiriendo en la visita individual que «no me siento a gusto en ese grupo».
En los grupos de terapia de deshabituación se producen dinámicas complejas, que parten de la conjunción de personas con sensibilidades y nivel sociocultural diferente, y un peso marcado de los roles de género. Hay que saber identificar y neutralizar dichas dinámicas para crear ambientes seguros para todos, poniendo especial atención a actitudes que vulneren los derechos de las personas (machismo, homofobia, racismo…).
Conocer el contexto de los pacientes que se reúnen en los grupos ayuda a prever qué dinámicas pueden generarse que repercutan en el mejor o peor funcionamiento del grupo. Así, se actuó separando el grupo de «consolidación» en mujeres y hombres, para ayudar a exponer los abusos y maltratos que sufren algunas mujeres en contextos de intoxicación.