Evaluar si los padres detectan en sus hijos la posibilidad de desarrollar un trastorno de conducta alimentaria (TCA) de manera precoz.

Se trata de un estudio observacional, descriptivo y transversal realizado entre los años 2021 y 2022, en el que se han seleccionado adolescentes y preadolescentes de una provincia con edades entre 10 y 13 años (ambos inclusive), participando por cada paciente uno de los tutores legales (sin atender al sexo). Se emplearon los cuestionarios de cribado de trastornos de conducta alimentaria SCOFF, EAT-26 y CIMEC-40 para los niños y el cuestionario de observación de conducta anorexica para padres (ABOS). Se excluyeron aquellos pacientes con TCA ya diagnosticado y aquellos que no aceptaron participar.

Se incluyeron 138 progenitores (uno por cada paciente incluido en el estudio), siendo la edad media de estos de 45,07 ± 5,03 años y el índice de masa corporal (IMC) medio de 23,94 ± 3,69 kg/m2. Ninguno de los progenitores reconoció diagnostico previo de TCA en sus hijos.  El 8% de los padres presentó un resultado positivo para el cuestionario ABOS, siendo un único padre el que tuvo resultado positivo y su hijo negativo. De los 45 niños que tuvieron SCOFF positivo el 17,8% también presentaron ABOS positivo. De los 17 niños que tuvieron EAT-26 positivo el 29,4% presentaron ABOS positivo. De los 26 niños que presentaron CIMEC-40 positivo el 23,1% presentaron ABOS positivo. Finalmente cabe señalar que el 81,8% de los padres tuvo un resultado negativo en el grupo de niños con al menos un test positivo.

La utilización del cuestionario ABOS, permite la detección de TCA por parte de padres en sus hijos, sin embargo se considera necesaria la realización de pruebas de significación estadística para valorar su eficacia a la hora de detección de los mismos.

Aprobado por el Comité Ético de Investigación Clínica del Área de Salud de Cuenca, sin apreciar conflictos de intereses (REG:2021/PI3021), con informe FAVORABLE a día 15/12/2021.