III Congreso de Residentes, JMF, Tutores y Unidades Docentes de la semFYC
6-7 de junio de 2025
Consulta de Atención Primaria urbana.
Pérdida de peso de 6 kg en tres meses sin causa aparente.
Enfoque individual
Hombre de 82 años, con antecedentes de HTA, artrosis de rodilla y viudez reciente. Acude acompañado de su hija por pérdida de apetito progresiva, cansancio y pérdida de peso. No fiebre, sudoración nocturna ni síntomas digestivos. No dolor, disnea ni tos. Exploración sin hallazgos relevantes, salvo delgadez marcada e hipoactividad. Analítica básica con anemia leve normocítica, función renal y hepática conservadas. TSH, serología VIH, perfil hepático y marcadores tumorales dentro de la normalidad.
Enfoque familiar y comunitario
Enfoque familiar:
Vive solo desde el fallecimiento de su esposa hace 4 meses. Hijos pendientes, pero viven en otras ciudades. La hija refiere que «desde que murió mamá no ha sido el mismo».
Enfoque comunitario:
Vecindario con buena red de servicios sociales. Cuenta con centro de día y programa de voluntariado vecinal para mayores en riesgo de aislamiento.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Síndrome de fragilidad en fase inicial. Trastorno adaptativo con síntomas depresivos tras duelo reciente.
Diagnóstico diferencial: neoplasia oculta, enfermedad neurodegenerativa, depresión mayor, hipotiroidismo.
Problemas identificados: riesgo de desnutrición, aislamiento social, duelo patológico, fragilidad.
Tratamiento y planes de actuación
Plan nutricional con suplementación oral. Inicio de seguimiento en salud mental. Valoración geriátrica integral en Atención Primaria. Activación de trabajadora social para apoyo domiciliario y acceso a centro de día. Acompañamiento terapéutico desde medicina de familia.
Evolución
A los dos meses, se observa aumento de peso de 2 kg, mejoría del ánimo y asistencia regular al centro de día. El paciente ha recuperado rutinas y participa en talleres grupales. El duelo evoluciona favorablemente.
La pérdida de peso en personas mayores requiere un abordaje integral. Identificar causas psicosociales y activar recursos comunitarios es clave. El médico de familia tiene un rol esencial en la detección precoz de fragilidad y en la coordinación del abordaje biopsicosocial del paciente mayor.