XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Atención Primaria.
Lesión eritematosa y dolorosa en cuarto dedo de la mano derecha.
HISTORIA CLÍNICA
Enfoque individual
Antecedentes personales: No alergias medicamentosas. Ex fumadora desde hace 11 años.
Anamnesis: Mujer de 41 años con lesión dolorosa y pruriginosa en cuarto dedo de mano derecha de diez días de evolución. No traumatismo previo, pero refiere erosión en el mismo hace dos semanas al manipular rape. No fiebre ni otra sintomatología.
Exploración física: Piel: placa violácea, caliente y dolorosa en cuarto dedo de la mano derecha. Abarca cara lateral de la primera y segunda falange. Bien delimitada y con edema local, que dificulta la movilización. Desaparece a la digitopresión. No lesiones secundarias de rascado ni vesículas ni descamación. No afectación ungueal ni mucosa.
Pruebas complementarias: Radiografía dedo: sin afectación ósea.
Enfoque familiar
Estudio individualizado.
Desarrollo
Juicio clínico: Erisipeloide.
Diagnóstico diferencial: perniosis y celulitis.
Tratamiento
Tratamiento: Penicilina V (500 mg/6 h) durante una semana.
Evolución
En un primer momento, la paciente no refiere manipulación y erosión en dedo con espina de rape. Se trata con corticoides tópicos sin mejoría.
Se re-evalúa a la paciente y se re-interroga de nuevo, refiriendo en consulta posterior la erosión en el dedo con espina de rape. Tras tratar con penicilina se resuelve el cuadro.
El erisipeloide es una infección cutánea localizada producida por la penetración traumática del Erisipelothrix rhusiopathiae. Este germen Gram positivo se encuentra en diferentes animales marinos y domésticos. La infección en humanos suele deberse a una exposición ocupacional, por lo que es frecuente en pescaderos, carniceros...El tiempo de incubación es de dos a siete días.
El espectro clínico del Erysipelothrix rhusiopathiae va desde la infección localizada (el erisipeloide) hasta la infección cutánea difusa o sistémica; sobretodo en inmunodeprimidos.
El diagnóstico se basa en una correcta historia clínica (interrogar sobre exposiciones) junto con la exploración física (lesión cutánea característica). La realización de pruebas complementarias como analítica o cultivos tienen escaso valor.
En este caso se demuestra que no haber interrogado profundamente a la paciente sobre las exposiciones en un primer momento, no nos permitió pensar en el erisipeloide como primer diagnóstico. Nos planteamos pues, otros diagnósticos diferenciales como son la perniosis o la celulitis.
El tratamiento se realiza con penicilina V, y en caso de alergia con ciprofloxacino o clindamicina.