ÁMBITO DEL CASO
Atención Primaria y Servicio de Urgencias.
MOTIVO DE CONSULTA
Pesadez de brazos asociado a epigastralgia.
HISTORIA CLÍNICA
Enfoque individual
Varón de 54 años, hipertenso y diabético en tratamiento con un ARA II y dos antidiabéticos orales. Acude a consulta por dolor epigástrico con sensación de pesadez de ambos brazos y leve sudoración. Los días previos había tenido algún episodio similar, pero de menor intensidad y duración.
Normohidratado y normocoloreado. No ingurgitación yugular. Auscultación cardíaca: rítmico sin soplos. Auscultación pulmonar: murmullo vesicular conservado, sin ruidos sobreañadidos. Abdomen: blando y depresible. No doloroso a la palpación. No edemas de extremidades inferiores.
Se realiza ECG y se objetiva elevación de ST inferior, por lo que se decide la derivación al Servicio de Urgencias
En Urgencias se realiza analítica: troponina T 24,9 ng/l, creatin-kinasa 75 U/l y mioglobina 71 ng/ml. Radiografía tórax sin hallazgos. ECG similar al realizado en el centro de salud. Se avisa a hemodinámica para realización de intervencionismo coronario percutáneo con colocación de stent sobre arteria circunfleja distal ocluida.
Enfoque familiar
La sospecha y el inicio precoz de tratamiento de reperfusión mejora notablemente la morbimortalidad. Tras ello hay que reflexionar acerca de la prevención secundaria con control estricto de factores de riesgo cardiovascular.
Diagnóstico diferencial
Síndrome coronario agudo con elevación de ST inferior. Enfermedad de un vaso: circunfleja distal con implante de stent.
Tratamiento
El paciente es dado de alta por cardiología y se le añade a su tratamiento habitual: ácido acetilsalicílico, prasugrel, bisoprolol y una estatina.
Evolución
Actualmente el paciente se encuentra estable con buena tolerancia al esfuerzo físico.
CONCLUSIONES
El síndrome coronario agudo comprende una serie de entidades clínicas que comparten un estrato fisiopatológico común caracterizado por un descenso brusco en la perfusión coronaria.
La anamnesis debe incluir las características del dolor —inicio, desarrollo, cualidad, localización, irradiación, modificadores y duración— junto con síntomas acompañantes como diaforesis, vómitos o disnea. En la exploración física hay que prestar especial atención a signos de hipoperfusión sistémica y fallo cardíaco.
El ECG, además de facilitar el diagnóstico, permite clasificarlo en función del segmento ST, identificar la arteria coronaria afectada y detectar arritmias cardíacas.
El diagnóstico es eminentemente clínico. La anamnesis, exploración física y ECG, junto con los marcadores séricos, otorgan la mayor rentabilidad diagnóstica posible.
El tratamiento se basa en varios pilares: reposo, analgesia, oxígeno, nitroglicerina, antiagregantes, anticoagulantes y reperfusión coronaria, siempre teniendo en cuenta la individualización del tratamiento en cada caso.