XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona

del 10 al 12 de mayo de 2018

Comunicaciones: Casos clínicos

Picadura por garrapata. Más allá de la fiebre botonosa (Póster)

ÁMBITO DEL CASO

Atención primaria


MOTIVO DE CONSULTA

Cefalea, astenia y linfadenopatía tras picadura de garrapata


HISTORIA CLÍNICA

Enfoque individual

Niña de 8 años sin antecedentes, que sufre picadura de una garrapata en la cabeza en el mes de abril.

A los 5 días empieza con cefalea, cervicalgia, astenia, anorexia y vómitos. Se palpa una linfadenopatía de 1 cm dolorosa al tacto en región occipital izquierda y otra de 1,5 cm a nivel laterocervical. En el cuero cabelludo parieto-occipital hay una lesión eritematosa de 8 mm con una costra necrótica en su centro.

La madre de la niña guardó la garrapata en una bolsa de plástico y se puede constatar que no se trata de la garrapata marrón del perro (Riphicephalus sanguineus), el vector de la fiebre botonosa mediterránea, sino de un ejemplar de dermacentor marginatus.

Enfoque familiar

Familia de clase media, que reside en zona semi-urbana.

Desarrollo

Los síntomas son compatibles con la enfermedad DEBONEL (Dermacentor-borne-necrosis-erythema-linfadenopathy), una entidad de curso benigno, provocada por la bacteria Rickettsia slovaca, que a su vez es trasmitida por garrapatas de la especie Dermacentor. El diagnóstico diferencial principal en este caso es la fiebre botonosa mediterránea, pero se puede descartar por la ausencia del vector específico.

Tratamiento

Azitromicina durante 4 días a dosis de 10mg/kg.

Evolución

La cefalea y la sensación de enfermedad ceden al cabo de 24 horas, mientras que las linfadenopatías persisten unas 3 semanas.

20 días después de la picadura, la costra necrótica se desprende del punto de inoculación, junto con los cabellos de la zona afectada. Queda una pequeña área alopécica persistente.


CONCLUSIONES

La enfermedad por picadura de garrapata más frecuente en España es la fiebre botonosa mediterránea, pero no hay que olvidar otras infecciones como la borreliosis y la infección por Rickettsia slovaca, descrita en este caso clínico. Esta última es de curso benigno, se asocia más con picaduras en el cuero cabelludo y aparece entre octubre y mayo. En este punto se diferencia claramente de la fiebre botonosa mediterránea, cuyo vector presenta máxima actividad en verano. Tanto la estación del año en la que se produce la picadura, como la especie de la garrapata (si se puede determinar) son de ayuda en el diagnóstico diferencial.


Comunicaciones y ponencias semFYC: 2024; Comunicaciones: Casos clínicos. ISSN: 2339-9333

Autores

Gregor, Dennis
UGC Colmenar. Colmenar. Málaga