ÁMBITO DEL CASO
Centro de salud.
MOTIVO DE CONSULTA
Prurito generalizado.
HISTORIA CLÍNICA
Enfoque individual
Paciente de 86 años que refiere que tiene prurito intenso, con lesiones dérmica, papulosa eritematosa, con lesiones de rascados. Afebril. No lo relaciona con ningún alimento ni medicamento nuevo. A la exploración, ningún hallazgo diferente de las lesiones dérmicas. Como antecedentes personales, EPOC no reagudizado en los últimos 2 años, consumo leve-moderado de alcohol, artrosis en varias articulaciones, HTA, temblor esencial, insuficiencia renal crónica leve y ACV lacunar sin secuelas.
Se solicita analítica completa (SOH, cultivo heces y orina, proteinograma), donde se observa IgE elevada, y deterioro de su función renal basal, y déficit de ácido fólico; el resto es normal. Se solicita radiografía de tórax, ecografía abdominal en AP sin ningún hallazgo patológico.
Enfoque familiar
El paciente vive, en zona rural, con buen apoyo familiar, con buena actividad física, deambula y trabaja en un pequeño huerto. Además, comenta la familia que el último año refiere varias caidas.
Diagnóstico diferencial
Como diagnóstico diferencial, proponemos prurito esencial senil, agravado por su deterioro de la función renal, origen isquémico cerebral de núcleo sensitivo, dermatitis atópica del adulto, sarna, parasitosis intestinal, mieloma IgE, linfoma y radiculopatia cervicobraquial.
Tratamiento
Se realiza tratamiento empírico y sintomático, con antihistamínico y corticoides. Además, se proporcionan varios consejos de medidas higiénico-dietéticas. Se retiran fármacos que puedan causar prurito como Adiro, sutril y libertek.
Evolución
Tras varias semanas mejora el cuadro significativamente, y continuamos con tratamiento con prednisona 6 mg. Se solicita valoración por parte de Medicina Interna, con varias pruebas complementarias que se añaden a las ya realizadas: son negativas. Tras 2 meses, desaparecen los síntomas y se observa una mejoría clínica del cuadro.
CONCLUSIONES
En un paciente anciano con prurito intenso debemos pensar siempre en una patología sistémica, y no en un proceso banal y autolimitado. La mayoría de los diagnósticos diferenciales son patologías graves y de difícil diagnóstico, por lo que se debe perseverar en su diagnóstico. Además, hay que aliviar los síntomas, ya que la piel de las personas en edad geriátricaes delicada y que necesita de cuidados adecuados.