XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar.
Paciente de 63 años que presenta picos de fiebre de hasta 40ºC sin foco, de predominio vespertino.
Enfoque individual
DM II, HTA, quiste hidatídico hepático, esteatosis hepática (cifras de GGT en torno a 120)
Fiebre de 39ºC de 24 horas sin clínica infecciosa ni dolor en ninguna localización. Refiere episodios similares autolimitados desde hace 20 años. Ha sido ganadero. No viajes ni otros casos en su entorno.
Ningún dato llamativo en la exploración.
Analítica: 13600 leucocitos, 91'6% neutrófilos. Autoinmunidad negativa. PCR y VSG elevadas.
Urocultivo negativo.
Serologías (Brucella, Lyme, virus hepatitis, LUES, CMV, VEB, VIH) negativas.
Radiografía de tórax: sin alteraciones.
Enfoque familiar
Jubilado. Casado, sin hijos. Buena calidad de vida, buen soporte familiar y social.
Desarrollo
Por el antecedente de ingesta de alimentos de origen animal no procesados, se sospechó una Brucelosis, también se descartó el origen medicamentoso y familiar, y se pidieron más pruebas para descartar otras causas de fiebre episódica: inflamatorias, tumorales, otras infecciones o neutropenia.
Tratamiento
Para completar el estudio se derivó a Medicina Interna, donde hacen más serologías eco y TAC abdominales, sin llegar al diagnóstivo definitivo.
Inicialmente se pautó tratamiento sintomático con Paracetamol mientras se intentaba llegar al diagnóstico definitivo.
Evolución
Progresivamente aumenta la frecuencia de los episodios, teniendo que acudir en ocasiones a Urgencias y necesitando antibioterapia empírica.
En una de las visitas a Urgencias, ictericia conjuntival, GGT 370 y TAC abdominal compatible con colangitis, por lo que ingresa en Digestivo y tras colangio-resonancia con atrofia de LHI y dilatación segmentaria de ramas biliares izquierdas, programan hepatectomía izquierda y hepatoyeyunostomía. El resultado de anatomía patológica es de colangitis crónica con fibrosis asociada y cirrosis secundaria.
Posteriormente, la evolución es tórpida, con GGT elevada, desarrollando abscesos hepáticos en el parénquima restante y persistiendo episodios frecuentes de fiebre y de descompensación de enfermedad hepática con ascitis, peritonitis bacteriana espontánea y encefalopatía.
La FOD supone un reto diagnóstico, habiendo más de 200 causas descritas. Este caso es una muestra de la capacidad del manejo de incertidumbre debe tener el Médico de Familia y de la realización de un diagnóstico diferencial mediante el uso de razonamiento clínico. Además, nos enseña que hay que continuar realizando un seguimiento del paciente aunque sea estudiado por otras especialidades.