XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Atención Primaria.
Dolor y deformidad del pie.
Enfoque individual
Mujer de 44 años que consulta por dolor y deformidad del pie izquierdo de 1 mes de evolución. No recuerda traumatismo previo, pero sí refiere hematoma en los días previos. No antecedentes tóxicos conocidos. Antecedentes personales: diabetes mellitus tipo 2 insulinodependiente de 16 años de evolución y complicaciones (neuropatía, catarata y úlcera de pie diabético), tendinitis de Quervain, psoriasis, ansiedad y obesidad. Tratamiento: Insulina glargina 40-0-40, insulina lispro 10-10-10, xigduo 5/850mg 1/12 h, trulicity 1,5 mg/setmana, clobisdin solución cutánea. Exploración física: Aumento de partes blandas en zona de arco plantar doloroso a la palpación, movilidad conservada, no calor, no eritema. Se pauta analgesia y se solicita Radiografía donde se observa hipodensidad en bases de 2º, 3er y 4º dedo del pie izquierdo. Se deriva a unidad del pie diabético dada sospecha de Neuroartropatía de Charcot. A la valoración por la Unidad de pie diabético, se solicita Rx en carga donde se confirman signos de destrucción articular en metatarso cuneanas de 1o-2o-3er metatarsiano y obertura del espacio articular de base de 1-2 metatarso.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Neuroartropatía de Charcot. Diagnóstico diferencial (en las fases iniciales): celulitis, osteomielitis, trombosis venosa profunda (TVP), gota y artritis.
Tratamiento y planes de actuación
Se coloca «total contact cast cerrado» en pie izquierdo y se pauta descarga absoluta y enoxaparina 40 UI/24 h profiláctica.
Evolución
Se propone y acepta realizar un control de glicemias continuo con sensor tipo dexcom. La paciente mejora su control glicémico. Se continúan realizando controles frecuentes desde la unidad de pie diabético y desde la consulta de primaria.
La Neuroartropatía de Charcot es una enfermedad progresiva, asociada a la pérdida de sensibilidad dolorosa, térmica y propioceptiva, que provoca inflamación, luxación articular y destrucción ósea provocando la deformidad del pie con predisposición a úlceras, callosidades y riesgo de amputación. Se debe sospechar en pacientes con diabetes mellitus de larga evolución. Clínicamente cursa con calor, rubor, edema en el pie (unilateral), que puede asemejarse a procesos infecciosos. En nuestro caso cursó con una deformidad y dolor por lo que es importante tener la sospecha clínica para un diagnóstico y tratamiento precoz para evitar complicaciones irreversibles.