Las infecciones del tracto urinario (ITU) son causa frecuente de consulta y de tratamiento antibiótico empírico. Queremos conocer y analizar la prescripción antibiótica de médicos de familia y pediatras en las ITU, como primer paso hacia la mejora de la prescripción antibiótica y la lucha contra las resistencias bacterianas.

Análisis descriptivo de prescripciones de antibacterianos sistémicos, grupo terapéutico ATC “J01”, realizadas a pacientes ambulatorios con ITU, en el período 2010-2016.

Ámbito: centros de salud (CS), urgencias de atención primaria y hospitales públicos.

Para calcular las tasas (número de prescripciones/1.000 personas) se han utilizado los datos del sistema de información poblacional por año y ámbito geográfico.

En 2016 se realizaron 81.881 prescripciones de antibióticos por ITU a 51.610 personas (5% de la población), un 16% del total de antibióticos prescritos. Las tasas de prescripción fueron: ≥ 80 años (265), 60-79 años (128), 40-59 años (62), 20-39 años (67), 14-19 años (51), <14 (18). Las tasas por sexo fueron: mujeres 123, hombres 28, y según ámbito: CS 69%, urgencias de atención primaria 19%, hospital 11%. Un 14% de prescripciones fueron hechas a pacientes con diabetes, 3% a enfermos renales crónicos y 0,4% a inmunodeprimidos. Los antibióticos más utilizados fueron: fosfomicina 44%, fluorquinolonas 24%, amoxicilina-clavulánico 12% y cefalosporinas de 2ª generación 11%. Desde 2010 se ha reducido el uso de fluorquinolonas (-9%) y de amoxicilina-clavulánico (-4%), y ha aumentado fosfomicina (14%) y cefalosporinas de 2ª generación (3%).

Por diagnóstico, los más prescritos: Cistitis: fosfomicina (53%); Pielonefritis: amoxicilina-clavulánico (30%); Infecciones urinarias no especificadas: fosfomicina (43%); Prostatitis: fluorquinolonas (69%); Orquiepididimitis: fluorquinolonas (59%).

Si bien es insuficiente, la reducción en la prescripción de fluorquinolonas para las ITU es una buena noticia. Su análisis y seguimiento permitirá evaluar el impacto de las futuras medidas que se adopten para mejorar la indicación y prescripción de antibióticos.