XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Ponente
Viola Cassetti. Antropóloga. Máster en Desarrollo y Derechos. Máster Europeo en Salud Pública. School of Health and Related Research, University of Sheffield. Reino Unido. Oficina Valenciana d’Acció Comunitària. Dirección General de Salud Pública. Valencia. Co-coordinadora del proyecto de adaptación de la Guía NICE de Participación Comunitaria para Mejorar la Salud y el Bienestar y Reducir las Desigualdades en Salud al contexto español.
El instituto para la excelencia en salud NICE (National Institute for Health and Care Excellence) es una referencia nacional e internacional en la producción de guías para la práctica clínica y la salud pública en Reino Unido[1].
Las guías NICE se desarrollan a partir de unas necesidades identificadas por el Sistema Nacional de Salud en cuanto a la efectividad y eficiencia de las intervenciones. Gracias a un riguroso proceso de revisión sistemática y búsqueda de evidencia, un comité científico propone recomendaciones que vinculan la evidencia a la toma de decisiones y a la práctica.
En las guías de salud pública esteproceso se basa en el modelo de determinantes sociales de la salud y mantiene el enfoque hacia la disminución de las desigualdades, para analizar los mecanismos causales de los problemas de salud e identificar qué cambios se pretenden lograr con las intervenciones basadas en las recomendaciones.
En marzo 2016, NICE publicó la actualización de la guía «Participación comunitaria para mejorar la salud y el bienestar y reducir las desigualdades en salud»[2]. En esta guía se entiende que «la participación comunitaria engloba una variedad de planteamientos para maximizar la implicación de las comunidades en las iniciativas locales para mejorar su salud y bienestar y reducir las desigualdades. La participación incluye el diagnóstico de necesidades, el desarrollo comunitario, y la planificación, diseño, desarrollo, implementación y evaluación de las acciones»[a].
La guía se dirige a responsables de salud pública, administraciones (especialmente del ámbito local) y otras organizaciones públicas, promotores de acciones de participación comunitaria y organizaciones comunitarias y de voluntariado.
En la guía se proponen recomendaciones basadas en la evidencia científica[3],[4] organizadas en cinco líneas de acción para impulsar e incorporar la participación: 1) promover buenas prácticas; 2) realizar colaboraciones y alianzas para responder a las necesidades y prioridades locales; 3) implicar a la ciudadanía para identificarlas; 4) actuar localmente para que la participación se integre en las actuaciones de salud y bienestar, y 5) facilitar la inclusión de la participación comunitaria en las iniciativas de salud.
En la guía, aparte del bloque de recomendaciones, también podemos encontrar consejos para su implementación, un resumen de la discusión que mantuvo el comité durante el proceso de formulación de las recomendaciones, la identificación de ulteriores brechas en la evidencia y recomendaciones para la investigación.
Desde la Comunitat Valenciana se está llevando a cabo un proyecto para la adaptación, implementación y evaluación[5] de esta guía al contexto español. Se pretende que este proceso sea abierto y colaborativo, con participación de aquellas instituciones interesadas en el marco de la Alianza de Salud Comunitaria (www.alianzasaludcomunitaria.org).Más allá de la traducción lingüística, este proyecto pretende validar un proceso para la transferencia y adaptación de la evidencia científica a los contextos locales españoles[6].
Se revisará la evidencia sobre participación comunitaria y salud en España con el objetivo de adaptar las recomendaciones a los contextos políticos y sociales españoles, implicando a actores claves en la evaluación del proceso y evaluando la utilidad de la guía en diferentes escenarios de acciones comunitarias en salud.
La guía, una vez adaptada, pretende ser una herramienta útil para:
a Definición de «Participación Comunitaria» según la guía NICE