XLII Congreso de la semFYC - Sevilla
del 30 de junio al 2 de junio de 2022
Estimar la prevalencia de síntomas y signos que persisten en adultos tras la fase aguda y hasta 6 meses después de la infección COVID-19. Se analizarán el uso de recursos y el seguimiento realizado a pacientes.
Estudio observacional, descriptivo, retrospectivo de revisión de una serie de casos. Pacientes de Atención Primaria (AP) mayores de 18 años, confirmados de infección por SARS-CoV-2 mediante test de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) desde el 9 de marzo hasta 15 de abril de 2020. Se describen variables sociodemográficas, clínicas, evolutivas y de uso de recursos, recogidas en tres períodos (4-8, 8-12 y 12-24 semanas) mediante revisión de historia clínica.
De 267 pacientes estudiados, 149 (55.8%) fueron mujeres y la edad media fue 57 años. Los antecedentes más frecuentes fueron obesidad (50.2%) e hipertensión arterial (31.8%). El 43.8% desarrolló neumonía bilateral y el 80.9% precisó ingreso hospitalario.
El 45.5% presentó clínica persistente (Long COVID), prevaleciendo disnea (hasta 18% según períodos de análisis), astenia (hasta 14.2%) y tos (hasta 11.2%).
El 76% realizó seguimiento por AP (media de 5.2 contactos/paciente). La necesidad de radiografías (21.4%), analíticas (33%) y bajas laborales (26.2%) fue significativamente mayor en pacientes Long COVID. Además, el 11.2% precisó derivación a otros especialistas.
Se asociaron a mayor riesgo de Long COVID factores como tener más de 85 años (OR 6.15, IC 95% 1.08-35.04), asma (OR 2.55, IC 95% 1.05-6.18), tos en la fase aguda (OR 2.87, IC 95% 1.46-5.64), o desarrollar neumonía bilateral (OR 1.94, IC 95% 1.06-3.57) o Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo (OR 23.8, IC 95% 2.75-205.33).
La prevalencia de Long COVID encontrada fue elevada. Los síntomas persistentes más frecuentes fueron tos, disnea y astenia, como objetivan otros estudios. Los pacientes con neumonía bilateral tuvieron mayor riesgo de Long COVID. Padecer COVID-19 persistente implicó un mayor consumo de recursos.