XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar
Pérdida involuntaria de 15 kilos de peso en los dos últimos meses, diarrea intermitente, y astenia.
Enfoque individual
Antecedentes personales: Dos endodoncias 3 meses antes de la consulta. Serologías negativas 6 meses atrás.
Anamnesis: Acude por cuadro de pérdida involuntaria de 15 kilos de peso en los dos últimos 2 meses, diarrea intermitente sin contenido patológico, y astenia.
Exploración física: Palidez cutánea, IMC: 20, adenomegalias móviles no dolorosas cervicales, retro auriculares e inguinales. Resto de la exploración sin hallazgos.
Pruebas complementarias: Analíticas completas con serologías VIH y VHC positivas, perfil hepático con aumento de transaminasas que no duplican su valor normal. Radiografías de tórax y abdomen, exudados, coprocultivos, sangre oculta en heces, marcadores tumorales y colonoscopia negativos.
Enfoque Familiar
Varón de 33 años, soltero, hijo único, padres fallecidos, vive solo en área rural, sin hábitos tóxicos ni prácticas sexuales de riesgo.
Red social con alto apoyo emocional.
Desarrollo
Juicio Clínico:
Primo infección sintomática por VIH estadío B2 y VHC.
Diagnóstico diferencial:
En la primera entrevista se plantearon los siguientes diagnósticos diferenciales: proceso neo formativo del tubo digestivo, colon irritable, parasitosis intestinal y gastroenteritis bacteriana crónica.
Tratamiento
Plan de Actuación:
Derivación urgente a consulta de infecciosas. Control semanal en consulta de medicina y enfermería de atención primaria. Counselling en grupos de apoyo de pares e iguales. Control posterior trimestral en consulta de infecciosas en espera de autorización para tratar el virus C.
Tratamiento:
Triple terapia antirretroviral y apoyo emocional.
Evolución
Paciente inicia tratamiento antirretroviral bien tolerado, remisión de síntomas digestivos y aumento paulatino de peso, en espera de aprobación de tratamiento para VHC.
El interés de este caso radica en la ausencia de prácticas de riesgo para estas infecciones, y que debemos, como médico de familia tener siempre presente este tipo de patologías y sus múltiples vías de contacto y no solo la sexual o el uso de drogas por vía parenteral en el momento de plantearnos un diagnóstico.