XXXV Congreso de la semFYC - Gijón
del 11 al 13 de junio 2015
Cuidar a un paciente con cáncer en fase terminal es una situación estresante, ya que el cuidador principal tiene que enfrentarse a una serie de tareas y cuidados que a menudo exceden las posibilidades reales de éste. Estas necesidades abarcan un deseo de más información y apoyo de la atención primaria de salud. El objetivo de este estudio fue investigar la calidad de vida de los cuidadores principales en relación a los problemas y necesidades de atención de los pacientes.
Estudio observacional descriptivo de prevalencia. Muestra: 125 cuidadores principales de pacientes enfermos de cáncer en fase terminal incluidos en los programas de cuidados paliativos. Instrumentos: cuestionario de Problemas y Necesidades en Cuidados Paliativos de los cuidadores (PNPC) (Osse et al. 2005) y medida de la calidad de vida en sus diferentes dimensiones con WHOQOL-Bref (OMS,1996). Cuestionario sociodemográfico del cuidador.
Los cuidadores informales son mayoritariamente mujeres (77,6%), edad media (50,49 años), casados (69,6%), el 38,4% con estudios primarios. Un 33,6% son amas de casa y suelen ser la pareja o el hijo/a del enfermo (70,4%). Los tres problemas más comunes en el cuidador son: “No querer dejar al paciente solo” (75,2%), “Continuar con mis actividades sociales y de diversión” (75,2%) y “Miedo a un futuro impredecible” (73,6%). Los cuidadores que presentan algún problema tienen significativamente peor calidad de vida en alguna de sus dimensiones que aquellos que no manifiestan tenerlo.
Los problemas que se plantean a los cuidadores de pacientes en fase terminal impactan negativamente en su calidad de vida. Deberían proponerse iniciativas flexibles que se adapten a las necesidades de los cuidadores en las diferentes fases del cuidado a estos pacientes. Con ello se obtendrían importantes beneficios a nivel físico y emocional en los cuidadores y probablemente mayor bienestar en los pacientes.