XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Describir el grado de funcionalidad y valorar el riesgo de caídas indirectamente mediante los tests Time Up and Go (TUG) y apoyo monopodal en un grupo de pacientes con edades entre 75-84 años que participa en un programa de ejercicios de prevención de caídas en un centro de salud.
Estudio descriptivo transversal. Población:Pacientes con edades de 75 a 84 años de un centro de salud urbano obtenida tras muestreo aleatorio simple con criterios de inclusión y exclusión (N=89). Variables: edad, sexo, índice de Barthel, índice de Charlson (IC) abreviado, número de fármacos, test de apoyo monopodal y test TUG. Análisis estadístico con el programa informático SPSS V.22 utilizando frecuencias absolutas, medias y porcentajes.
Indice Kappa interobservadores para medir test de 0,987 con intervalo de confianza 95%:0,975-0,994; nivel de significación p<0,0001. La media del índice de Barthel es de 93,82 presentando el 82% de la muestra un índice de 95. El 5’7% de las mujeres y el 2’8% de hombres presenta un IC≥3. La media de fármacos es de 4’16 (polimedicados 35’95%). El test TUG lo realizaron en menos de 20 segundos el 100 % de los hombres. Sólo el 3.8% de las mujeres lo realizaron en más de 20 segundos. En cuanto al test monopodal con la pierna izquierda, el 69.8% de mujeres y 61.1% de hombres lo mantienen más de 5 segundos y con la derecha el 67.9% y 77.8% respectivamente.
La fragilidad determina el riesgo de caídas en la población anciana por lo que el estudio de la población nos orienta a qué medidas preventivas podemos realizar para mejorarla. Nuestra población presenta un alto grado de funcionalidad con independiencia para la mayoría de las actividades básicas de la vida diaria y un bajo riesgo de caídas tras la valoración indirecta con los test TUG y test de apoyo monopodal.