Promover la participación vecinal en la detección de personas en soledad no deseada (SND), con el objetivo de ponerlas en contacto con el centro de salud (CS) para su identificación y posterior oferta de recursos sociales individualizados y personalizados, así como mejora de su estado de salud.

Se estableció un circuito para identificar a las personas que vivían en una situación de SND. Se repartieron distintos folletos informativos en el barrio, a través de organizaciones barriales, farmacias comunitarias y parroquias entre otros. El folleto permite que el paciente deje su teléfono de contacto en el mostrador del CS. La trabajadora social se pone en contacto con estas personas para realizar una intervención social personalizada. El CIE-10 “persona que vive sola” es compartido con Medicina y Enfermería para tener un abordaje común y un registro adecuado en la historia clínica electrónica (HCE), donde además de registrar el recurso social ofertado, se registra la persona de contacto que desea el paciente en caso de necesidad de apoyo en la comunidad.

Se estima que, en Europa, un 37% de la población vive en situación de soledad. En una zona como la dependiente de nuestro Centro de Salud donde tenemos una población de unas 25000 personas implicaría que tenemos cerca de 2500 pacientes en situación de soledad. En el momento del inicio del proyecto solo estaban registradas en la HCE 30 de las 2500 personas en riesgo. En los últimos meses hemos conseguido triplicar esta cifra y lo que es más importante sensibilizar al barrio y a los profesionales sanitarios sobre el impacto de la SND.

La SND es un problema de salud con una connotación negativa que muchas veces no es consultada por la población, es importante generar espacios para visibilizarla y favorecer su detección y abordaje desde los centros de salud. Acciones comunitarias como están pueden lograrlo.