Enfoque individual

Mujer de 33 años, primigesta de 34 semanas de gestación, sin alergias medicamentosas conocidas ni hábitos tóxicos. Sin antecedentes médico-quirúrgicos de interés.  

Tratamiento habitual: yoduro potásico 200 µg/24h, sulfato ferroso 80 mg/24h.

La paciente consulta vía telefónica por prurito generalizado, sobre todo en palmas y abdomen, de predominio nocturno, desde hace 2 semanas. No refiere lesiones cutáneas aparentes. 

Enfoque familiar y comunitario

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Ante una embarazada del 3º trimestre con la sintomatología referida, se solicita analítica sanguínea con coagulación, ácidos biliares y perfil hepático por la posibilidad de colestasis intrahepática del embarazo y se cita al día siguiente en consulta para valoración.

En la visita, refiere que su pareja presentó escabiosis hace un mes, ambos recibieron tratamiento correcto con permetrina en crema. A la exploración, presenta pequeñas lesiones en cara anterior de ambas muñecas que al visualizarlas con el dermatoscopio se confirma que se trata de surcos acarinos con "signo del ala delta", compatible con escabiosis. La analítica resultó normal.

Tratamiento y planes de actuación

Se pauta tratamiento con permetrina al 5% en crema y repetir en 7 días, para la paciente y su pareja, y se indican las medidas higiénicas correspondientes.

Evolución

Ante una gestante del 3º trimestre que consulta por prurito se debe descartar colestasis intrahepática del embarazo o “prurito del embarazo”. Se trata de la hepatopatía más frecuente durante la gestación y el síntoma fundamental es el prurito, de predominio nocturno, comienza en palmas y plantas y avanza centralmente hasta ser generalizado. Se ha relacionado con aumento de morbimortalidad fetal con riesgo de parto prematuro y exitus fetal. Dado que la sintomatología es muy similar a la escabiosis, es importante preguntar por contacto previo con personas con escabiosis y explorar a la paciente en busca de lesiones cutáneas sugestivas. Por este motivo, es muy importante la visión global del médico de familia para orientar el diagnóstico, así como su versatilidad para utilizar el dermatoscopio e identificar las lesiones compatibles con escabiosis, a fin de diagnosticar dicha enfermedad con mayor seguridad.