Atención Primaria.
Hombre de 34 años que consulta por cuadro de lesiones cutáneas purpúricas en piernas.
Enfoque individual
- Antecedentes Personales: Sin alergias conocidas. No hábitos tóxicos. Sin antecedentes patológicos de interés. Natural de Marruecos.
- Anamnesis: Aparición de lesiones cutáneas pruriginosas en ambas piernas de un mes de evolución asociado con dolor articular de rodillas y tobillos. Las lesiones han ido progresando de distal a proximal hasta llegar al abdomen y glúteos. No disnea, cambios en el ritmo deposicional u otra sintomatología. No fiebre asociada. No antecedente de fármacos ni cuadro infeccioso previo. No episodios previos similares.
- Exploración física: Estado general conservado. Púrpura palpable no dolorosa a la palpación en ambas piernas de predominio en tobillos. Exploración básica de la articulación de las rodillas y tobillos sin hallazgos. Se realiza tira de orina que no muestra hematuria ni proteinuria.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Diagnóstico clínico de vasculitis leucocitoclástica (VL). El diagnóstico diferencial se realizará con el resto de vasculitis sistémicas que puedan presentarse como vasculitis leucocitoclástica, con las formas secundarias de vasculitis y con las pseudovasculitis.
Tratamiento y planes de actuación
Se pauta prednisona 30mg/24h con pauta descendente durante 9 días y cetirizina 10mg/8h si precisa. Paralelamente, se solicita analítica completa (reactantes de fase aguda, anticuerpos (ANCA) y serologías) y primera visita con Reumatología.
Evolución
Rebrotó alguna lesión en piel tras acabar pauta de corticoides por lo que realizó otra tanda de 20mg/24h. Analítica sin alteraciones, anticuerpos y serologías negativos. Reumatología solicitó biopsia cutánea con resultado de anatomía patológica e IFD compatibles con VL.
La VL constituye la causa más común de púrpura palpable por lo que debemos pensar en ella siempre que se nos presente dicha clínica en la consulta. Se trata de una vasculitis de pequeño vaso que suele acompañarse de escasa afectación sistémica. La evolución de esta entidad es habitualmente favorable y solo suele requerir reposo, aunque en caso de presentar clínica sistémica o persistencia de las lesiones se puede pautar tratamiento con corticoides sistémicos o dapsona entre otros. Es importante descartar la presencia de afectación renal en un primer abordaje. La accesibilidad del médico de familia permite realizar un seguimiento y plantear la necesidad de iniciar tratamiento farmacológico en caso de no remisión de la clínica.