XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Servicios Urgencias
Caso multidisciplinar
Mal estar, comportamiento diferente.
Enfoque individual
Varón de 50 años con único antecedente personal relevante de parálisis cerebral infantil por la que padece tetraplejia, necesitando silla de ruedas eléctrica.
Es traído en ambulancia porque la trabajadora de ayuda domiciliaria le ve “extraño, diferente a como es él habitualmente”, más lento, algo desconectado. Vino solo. Con esa información, y sin ninguna descripción sobre su estado basal, ni en la historia de AP ni en la hospitalaria, nos encontramos a un paciente tetrapléjico, con dudosa parálisis facial y disartria marcada (¿serán síntomas nuevos?), bradipsíquico y que no sabe explicar bien qué le ocurre (¿realmente es independiente?). Refiere estar “regular”, “como paralizado”. No hay acompañantes que aporten más información.
Se solicitan: analítica, ECG, TC cerebral y radiografías de tórax. Durante el tiempo en observación presenta hipoglucemias e hipotensión refractarias a tratamiento, por lo que se realiza una punción lumbar, se recogen hemocultivos y se amplía la analítica para descartar insuficiencia suprarrenal e hipotiroidismo. Finalmente, ninguna de las pruebas es concluyente y el paciente es dado de alta sin un diagnóstico preciso.
Enfoque familiar y comunitario
Vive solo, es independiente. Cuenta con ayuda domiciliaria (1hora al día) y le llevan la comida a casa. Su única familia es un primo que no vive en la ciudad y con el que no tiene relación. Tiene una amiga.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Posible iatrogenia desencadenada por un problema social.
Tratamiento y planes de actuación
Abordaje integral del paciente: conocer su calidad de vida; si necesita, quiere y/o puede recibir más ayuda; la disponibilidad que tienen sus apoyos... Debería haberse intentado más contactar con alguien de su entorno para conocer la situación basal y contrastar con su estado actual.
Evolución
Alta a domicilio sin un diagnóstico específico.
A pesar de las numerosas pruebas, más o menos invasivas, no se llega a ningún diagnóstico, ¿estaría todo relacionado con su situación social? Hemos normalizado tratar a los pacientes basándonos en números, imágenes y algoritmos, evitando interesarnos por su entorno, las condiciones en las que viven y lo que realmente les preocupa y enmascara su queja sanitaria. Quizá no sea un síndrome de nombre extraño, pero la problemática social conlleva malestar y, por tanto, enfermedad.