XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Analizar y describir las principales características de las notificaciones de reacciones cutáneas graves inducidas por medicamentos comunicadas al SEFV-H (Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano) a través del programa de notificación espontánea.
Se han seleccionado las notificaciones espontáneas en FEDRA (base de datos del SEFV-H) hasta junio-2015, que incluían términos MedDRA relacionados con reacciones cutáneas adversas graves. Se analizaron las características de los pacientes, fármacos sospechosos, desenlace y gravedad de las reacciones.
Se han identificado 1.217 notificaciones. La edad de los pacientes osciló entre 1 y 95 años siendo la mediana 49, el 53.8 % son mujeres. Los fármacos o principios activos sospechosos notificados con más frecuencia asociados a estas reacciones son: fenitoina (95), amoxicilina (94), lamotrigina (85), alopurinol (70), trimetropina (69), sulfametoxazol (68) y clavulánico (54); y los grupos terapéuticos más notificados: antiinfecciosos de uso sistémico, del sistema nervioso, del sistema musculoesquelético y del sistema cardiovascular, apareciendo estos en 749, 543, 276 y 159 notificaciones respectivamente. Un 74 % de los casos fueron graves, de estos un 6.9 % mortales. En el 43% de las notificaciones los pacientes requirieron ingreso hospitalario, el 28 % puso en peligro la vida y en el 5% prolongaron la hospitalización.
Las reacciones cutáneas graves inducidas por medicamentos (especialmente el Síndrome de Stevens Johnson y Necrólisis Epidérmica Tóxica) son trastornos de especial relevancia médica, aunque la mayoría de los pacientes se recuperan sin secuelas tras abandonar el tratamiento, y suele afectar a cualquier grupo de edad. Cualquier fármaco puede desencadenarlas, pero antiepilépticos y antiinfecciosos de uso sistémico están mayormente implicados.
Los principales factores pronósticos son el ingreso temprano en una unidad especializada y la retirada inmediata de los fármacos sospechosos. Es fundamental la monitorización estrecha para detectar complicaciones y secuelas con este tipo de fármacos.