Mejorar la atención médica a las personas ingresadas en las residencias de nuestra zona.

En 2019 se creó un modelo colaborativo de atención médica entre un equipo de atención primaria y un equipo de geriatría. El perfil de los usuarios institucionalizados (edad avanzada, multimorbilidad, elevada prevalencia de deterioro cognitivo y fragilidad) nos sugirió que la visión específica de la geriatría combinada con la perspectiva más longitudinal y global de la atención primaria beneficiaría su atención. El modelo de atención que realizamos se basa en los siguientes puntos: valoración integral del paciente al ingreso -estableciendo el objetivo terapéutico y nivel asistencial-. revisión del plan de medicación con los criterios de prescripción centrada en la persona. trabajo conjunto con los pacientes y/o familiares para el consenso de tratamientos y objetivos terapéuticos. seguimiento de patologías crónicas. atención a las crisis. asegurar la calidad de atención al final de vida.

El trabajo conjunto ha mejorado los resultados en polimedicación, disminuyendo el número de fármacos inapropiados. Ha reducido el gasto en farmacia y ha disminuido en un 20% los traslados hospitalarios respecto el período previo. También han aumentado los finales de vida atendidos en la residencia. Estos resultados reflejan una mejora del control de las enfermedades y de la calidad asistencial para los residentes, así como un impacto positivo en los tres niveles asistenciales en términos de eficiencia. La experiencia ha sido valorada positivamente por los profesionales de ambos equipos, destacando el aprendizaje mutuo.

La aplicación de un modelo de atención compartida podría plantearse a otras áreas básicas dónde hay residencias geriátricas. Así mismo los buenos resultados de la sinergia entre medicina de familia y geriatría serían extrapolables a otras especialidades.