En la actualidad, una esperanza de vida cada vez mayor, ligada a una elevada prevalencia de enfermedades crónicas y a una deseada mejora en la calidad médica asistencial, hace necesaria una reflexión acerca de los recursos que dedicamos a las últimas etapas de nuestra vida.
OBJETIVO: (1) Definir límites y diferencias conceptuales relacionados con la fase de final de vida según la región o cultura estudiada, (2) conocer y comparar el gasto económico atribuido por países y (3) hallar evidencias que pudieran justificar una redistribución de los recursos.

Se realizó una búsqueda sistemática en seis bases de datos médicas y económicas y se amplió con fuentes terciarias y literatura gris, incluyendo artículos publicados entre 2012 y abril 2020. En cuanto a criterios de inclusión, se priorizaron estudios de corte económico del tipo coste-efectividad e informes de la administración.

Los 37 artículos incluidos fueron estudios en países desarrollados, destacando una gran variabilidad en la financiación y distribución del gasto económico. La totalidad de estudios de coste concluyó que los cuidados al final de la vida representan un incremento de hasta un 80% respecto a fases previas. Los servicios proporcionados en el domicilio del paciente resultan coste-efectivos en comparación con las alternativas convencionales, destacando la gran relevancia que adquieren los cuidados informales en este entorno.

La evidencia actual sugiere que los cuidados paliativos tienen el potencial de ser rentables y de mejorar la calidad de vida en sus últimas fases. La aplicabilidad general y la validez externa de la evidencia resultaron inciertas debido a los tamaños de muestra insuficientes y a la limitada modelación de costes y efectos. Son necesarias más evaluaciones económicas específicas de esta etapa de la vida, con muestras más representativas y en base a resultados centrados en el paciente y sus cuidadores.

pendiente de aprobación por parte de IDIAP Jordi Gol (ISR Barcelona).