Conocer el riesgo de enfermedad neumocócica en 2016 y 2017, de pacientes >65 años en función de que hayan o no recibido vacunación antineumocócica.

Diseño: estudio de cohorte.

Ámbito de realización: atención primaria.

Criterios de selección/número de sujetos incluidos: 2178 personas >65 años, supervivientes a 1-1-2016 de una cohorte seguida desde el 1-1-2009.

Variables: Dependiente: diagnóstico de enfermedad neumocócica y fecha. Independientes: edad, sexo, patologías crónicas, medicación, vacunación antineumocócica y fecha.

Se revisaron las historias clínicas informatizadas, de 1-1-2016 a octubre-diciembre-2017. La información fue codificada e introducida en una base de datos informática (SPSS 17.0).

Análisis estadístico: Se ha calculado el riesgo relativo de aparición de enfermedad neumocócica según vacunación, y se ha realizado análisis de regresión logística.

La mediana de edad a 1-1-2016 era 75 años (rango:65-102); 57,5% eran mujeres.

En estos 2 años, habían recibido vacunación con polisacárida 96 pacientes, de los que 10 eran revacunaciones; permanecían sin vacunar 48,7% (IC95%:46,5-50,8). En cuanto a la conjugada, se habían administrado 30 (1 revacunación), permaneciendo sin vacunar 98,2% (IC95%:97,6-98,8). Se diagnosticaron de enfermedad neumocócica (EN) invasiva 8 pacientes, y de no invasiva 177. El riesgo relativo (RR) de EN global en vacunados con polisacárida era de 1,52 (IC95%: 1,15-2,02). El escaso número de vacunados con conjugada no permitió un análisis concluyente. Los pacientes vacunados eran significativamente (p<0,0001) mayores que los no vacunados, con mediana (rango intercuartílico) de 77 (71,75-83) vs 72 (68-79) años. La regresión logística demostró un riesgo aumentado de EN solo en relación con la edad (OR:1,021;IC95%:1,002-1,041), EPOC (OR:2,191; IC95%:1,501-3,199), y consumo crónico de corticoides (OR:1,796, IC95%:1,069-3,019). 

El porcentaje de vacunados frente a neumococo entre las personas >65 años es bajo, a expensas fundamentalmente de la vacuna polisacárida. Esta no ha demostrado un efecto protector en nuestros pacientes, probablemente relacionado, entre otros factores, con una escasa revacunación.