XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar.
Tos seca
Enfoque individual
Antecedentes personales: Varón de 44 años. No AMC. No hábitos tóxicos. Fontanero (no contacto habitual con asbesto). Padre Linfoma no Hodking.
Anamnesis: Tos seca de 2 semanas de evolución tratado con antitusivos y amoxicilina sin mejoría.
Exploración Física: Tª 36.2, ORL normal, ACP normal, no adenopatías. Se prescribe otro antitusivo y se solicita Rx y espirometría. Ese mismo día acude a urgencias por dolor torácico de características pleuro-mecánicas. Hemograma y bioquímica normales, coagulación INR 0.96, Dímero D positivo. Se realiza TAC torácico identificándose adenopatías hilio-mediastínicas sugiriendo linfoma mediastínico e ingresa. En TAC abdómino-pélvico no aparecen otras adenopatías ni visceromegalias. Se trata con analgésicos y codeína y se da alta pendiente de PET corporal y fibrobroncoscopia. 2 días más tarde acude a urgencias por dolor pleurítico izquierdo. Nuevo angioTAC mínimo derrame pleural izquierdo, focos de consolidación lobulillares y engrosamiento de septos lobulillares en ambas bases pulmonares, resto sin cambios; queda ingresado. En broncoscopia estructuras normales con mucosa inflamatoria. Se realiza TBNA subcarinal y se envían muestras a AP y citometría de flujo. Pendiente de PET-TAC se da alta. AP sin signos de malignidad. En PET imagen nodular con aumento del índice glicídico en ápex izquierdo y múltiples adenopatías hipermetabólicas, precisando estudio histológico. Se realiza PAF transbronquial de 3 adenopatías con linfadenitis granulomatosa no necrotizante y negativas para malignidad.
Enfoque familiar
Convivientes sanos. Padre antecedente de linfoma no Hodgkin.
Desarrollo
Sarcoidosis pulmonar estadío II.
Diagnóstico Diferencial: Enfermedades granulomatosas (Tuberculosis, Sífilis), neoplásicas (Linfoma), VIH (fase inicial)
Tratamiento
Corticoides. Revisiones en neumología.
Evolución
Buena evolución clínica.
La sarcoidosis es una enfermedad multisitémica, crónica, de origen desconocido, caracterizada por granulomas epiteloides no caseificantes. Como puede afectar cualquier órgano el manejo clínico dependerá de la presentación de la enfermedad. Las guías recomiendan tratamiento por equipo multidisciplinar y coordinado. Lo más frecuente es que lo hagan especialistas en medicina interna, neumología, reumatología, dermatología y oftalmología. El papel de la atención primaria es esencial en coordinación entre diferentes profesionales y continuidad de cuidados. La modalidad y duración del seguimiento puede variar dependiendo de la frecuencia de las revisiones, gravedad de los síntomas, estabilidad de la enfermedad y tratamiento.