Consistió en una sesión participativa de 1 hora, abierta a todo el personal del centro de salud, dividida en tres partes:

Primero, se hizo una introducción al Burn-out, explicando el concepto y sus consecuencias para la salud de trabajadores y pacientes, utilizando publicaciones de compañeros sanitarios como ejemplos. 

Después se entregó y corrigió la escala “Maslach Burnout Inventory” para estimar individualmente el nivel de estrés. 

Para finalizar, se realizó una dinámica mediante tarjetas ilustradas abstractas, para que cada participante escogiese aquellas que le transmitiesen: una situación profesional positiva y otra difícil, un atributo y una debilidad como profesional. Las diferentes respuestas se pusieron en común con el grupo, generando un ambiente de reflexión y apoyo personal y colectivo. 

La sesión tuvo buena acogida entre el personal, que solicitó repetirla. Asimismo, se propuso trabajar algún aspecto concreto que apareció como debilidad y fortaleza reiteradamente a lo largo de la sesión.

- Dadas las condiciones socio-laborales actuales, el síndrome de Burn-out acaba afectando a una gran parte de los sanitarios a lo largo de su vida profesional, ocasionando un sentimiento de fracaso y falta de realización personal.
- Generar momentos de reflexión y apoyo dentro del equipo se hacen imprescindibles para poder compartir impresiones con los compañeros y buscar herramientas con las que afrontar los estresores y limitaciones del día a día, para no caer en el agotamiento físico y emocional y desempeñar mejor nuestro trabajo sin que repercuta a la salud de los pacientes.