Comunicaciones: Casos clínicos

Sexualidad, un derecho que no debe perderse en la vejez (oral)

PRESENTACIÓN DEL CASO

Motivo de consulta: mujer de 82 años refiere ha mantenido relaciones sexuales con un hombre presentando dolor tras la relación coital. Está avergonzada, no quiere contárselo a nadie y tiene miedo de lo que puedan pensar los demás. Paciente institucionalizada, vive en una residencia. Tiene dos hijos, los cuales viven fuera de España. Su marido murió hace 15 años.

Antecedentes personales: Tuvo un cáncer de mama en 2007 con mastectomía derecha.

Anamnesis sexual completa: se habló de número de parejas, número de hijos, prácticas sexuales habituales, masturbación, etc.

Exploración física (incluyendo el aparato genital femenino): Osteoartrosis generalizada. Pérdida de vello púbico y de elasticidad en mayores y menores. Mucosa vaginal fina y seca.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL: JUICIO CLÍNICO, IDENTIFICACIÓN DE PROBLEMAS

Paciente anciana con vida sexual activa. Se identifican los siguientes problemas, todos ellos pueden influir en su vivencia de la sexualidad:
- Institucionalización, lo que implica falta de intimidad y privacidad.
- Viudedad.
- Cambios en la imagen corporal (mastectomía)
- Cambios fisiológicos propios de la edad: cambios en el aparato locomotor (osteoartrosis) y cambios en el aparato genital femenino (adelgazamiento de mucosa vaginal, disminución de la elasticidad y tono muscular, disminución de lubricación vaginal…)
- Prejuicios existentes por parte de la sociedad.

DIAGNÓSTICO DEFINITIVO, EVOLUCIÓN Y TRATAMIENTO

Se realizó un abordaje psico-social y sexual completo. Se tranquilizó a la paciente hablándole con naturalidad de su experiencia. Se dieron recomendaciones para tener una vida sexual satisfactoria.

DISCUSIÓN Y APLICABILIDAD

La historia sexual debe incluirse en la historia clínica general de los pacientes ancianos. De esta manera se podrá realizar un abordaje integral donde se incluyan aspectos relacionados con la sexualidad. Es cierto que durante la ancianidad ocurren una serie de cambios que pueden influir negativamente sobre la sexualidad de las personas pero esto no quiere decir que su vida sexual tenga que anularse de manera sistemática. Es importante que tanto los pacientes ancianos como los profesionales sanitarios recibamos formación sobre la vivencia de la sexualidad en la vejez. Así será más fácil deshacernos de los clásicos prejuicios que giran en torno a ello, permitiendo que personas de todas las edades puedan disfrutar de su sexualidad de manera satisfactoria.

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