XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Atención Primaria.
Tos, expectoración, y sibilancias.
Enfoque individual
Antecedentes personales: No alergias medicamentosas conocidas. Asma infantil.
Anamnesis: Varón de 22 años consulta por tos, expectoración y sibilancias nocturnas de tres semanas de evolución, utilizando terbutalina inhalada más de dos veces al día. Cuatro años antes consultó por episodio similar que resolvió de manera espontánea. Refiere que en esta ocasión se agrava considerablemente la clínica respiratoria, coincidiendo con traslado de domicilio (ahora vive con su pareja, que tiene un perro).
Exploración: Buen estado general, normocoloreado. Afebril. Auscultación cardiopulmonar con ruidos cardiacos rítmicos sin soplos y sibilancias aisladas en hemicampo inferoanterior izquierdo.
Pruebas complementarias: Se realiza espirometría, que muestra un patrón obstructivo y una respuesta broncodilatadora positiva de un 48 %, indicativo de asma. Radiografía de tórax sin signos de patología aguda.
Enfoque familiar
Varón de 22 años, estudiante de una licenciatura, con apoyo familiar sin riesgo de exclusión.
Desarrollo
Clasificamos la gravedad del asma antes de que el paciente reciba tratamiento, y orientamos el diagnóstico a un asma persistente grave.
Tratamiento
Para el cual pautamos dos inhalaciones de budesonida y formoterol 320/9MCG cada 12 horas (reservando la terbutalina como tratamiento de rescate). Recomendamos evitar el contacto con posibles aeroalérgenos.
Evolución
Se cita al paciente una semana más tarde para repetir la espirometría, confirmando el diagnóstico de asma al objetivar una mejoría clínica y funcional evidente con el tratamiento (espirometría en rango de normalidad). Evitó el contacto el perro y refiere no haber precisado medicación de rescate. Se confirma el diagnóstico de asma alérgica por test cutáneos de hipersensibilidad inmediata positivos para epitelio de perro.
Desde el ámbito de Atención Primaria podemos realizar un diagnóstico preciso del asma gracias a una historia clínica detallada, haciendo hincapié en antecedentes, síntomas y factores exacerbadores; y pruebas complementarias como la espirometría.
Con una correcta estadificación y tratamiento indicado conforme al escalón terapéutico con controles periódicos, seríamos capaces de evitar la frecuencia de reagudizaciones con sus consiguientes visitas a urgencias y mantener una buena calidad de vida de estos pacientes.