XXX Congreso de Comunicación y Salud - Santander
del 3 al 5 de octubre de 2019
Atención domiciliaria.
Proceso catarral en paciente domiciliario.
Enfoque individual
Antecedentes personales: Destaca un cáncer pulmonar diagnosticado hace 3 años con progresión y desde hace un mes en situación de cuidados paliativos.
Anamnesis: Me dan un aviso, solicitado por el propio paciente, varón de 80 años de mi cupo de consulta, para valoración en domicilio por un proceso respiratorio que no termina de curar con tratamiento sintomático.
Exploración: ACP con algunos roncus dispersos por ambos campos pulmonares, igual a exploraciones previas en relación a su patología de base.
Pruebas complementarias: estable clínica y hemodinamicamente, eupneico y afebril con todas las constantes normales.
Enfoque familiar y comunitario
Familia nuclear en la etapa de contracción. Esposa de 78 años y tiene 3 hijos que viven en la misma localidad. Buena red de apoyo social. No hay pacto de silencio.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Juicio clínico: Cáncer de pulmón en cuidados paliativos.
Diagnóstico diferencia: cáncer de pulmón, bronquitis, neumonía.
Identificación de problemas: El paciente nunca ha querido hablar de su enfermedad, pero en esta ocasión, tras finalizar mi exploración, olvida el resfriado, comienza a llorar y pregunta “si se va a morir”.
Tratamiento y planes de actuación
Ante esa situación me abordan sentimientos de ansiedad, inseguridad y miedo, pero trato de evitar respuesta automáticas como “no te preocupes”, “todos vamos a morir algún día”… Tras un esfuerzo de autocontrol emocional, me acerco al paciente, le cojo la mano y realizo un silencio empático.
Evolución
El paciente me abraza y me da las gracias por todo. Tras ese día, acudo con cierta regularidad al domicilio, asegurando disponibilidad y seguimiento. Intento llevar a cabo una atención centrada en sus necesidades, tratando de emplear las habilidades de comunicación más apropiadas. Fallece al mes, rodeado de todos sus seres queridos.
Enfrentarse al manejo de las malas noticias supone un gran reto médico, y son muchos los que reconocen sentirse tan incómodos en dicha situación que no se sienten preparados ni con experiencia. Es fundamental conseguir un autocontrol emocional, siendo entonces capaces de responder a las emociones el paciente. Entre las habilidades de comunicación destacan la escucha activa, la calidez, la empatía y los silencios funcionales, herramientas de información y terapia. Un silencio del profesional, reafirma.