XX Jornadas de Residentes y II de Tutores de la semFYC - Madrid
26 y 27 de febrero de 2016
El síncope es un problema médico importante, pues afecta a un porcentaje elevado de la población y tiene diversas causas responsables; la mayoría de los pacientes son valorados en la consulta de Atención Primaria, y un porcentaje no despreciable en las Urgencias hospitalarias. Las herramientas más importantes para su orientación inicial y para establecer su diagnóstico etiológico son la anamnesis exhaustiva y completa, la exploración física y las exploraciones complementarias, que nos indicarán los criterios de derivación o medidas terapéuticas a tomar.
Varón de 69 años con imposibilidad para la deambulación, por lo que avisan desde su domicilio. Antecedentes personales: HTA, AIT carotídeo izquierdo; en tratamiento con ranitidina, clopidogrel, perindopril y atorvastatina. Valorado en Urgencias tres días antes por síncope vasovagal situacional (micción) y TCE con TC normal; debido a la repetición del cuadro hace vida de la cama al sillón. Una semana atrás se le sometió a una gastroscopia: gastritis antral, pólipos prepilóricos erosivos; se realizó biopsia y test de ureasa; no se suspendió clopidogrel. El paciente presentó deposiciones más oscuras, no melénicas, y dos vómitos oscuros que se autolimitaron. Exploración física: PA 80/40 mmHg, FC 100 lpm, palidez marcada de piel y mucosas. Tacto rectal: ampolla con heces de consistencia dura. No melena. Resto de la exploración normal. Se le deriva a Urgencias hospitalarias. Analítica: Hb 4,5; Cr 1.60; urea 184. El resto es normal. Se le realiza una TC abdominal urgente, que permite descartar disección aórtica y sangrado intraabdominal. Se le hace una transfusión sanguínea y una endoscopia digestiva alta urgente: úlcera gástrica Forrest IIC (mancha pigmentada plana).
Anemia grave secundaria a HDA pasada (Forrest IIC). Síncope secundario a hipovolemia.
Nuestro paciente presentó síncopes como consecuencia de su estado de hipovolemia. La lesión Forrest IIC se considera de bajo riesgo (< 10 % de sangrado persistente o recurrente y mortalidad), por lo que no se sugiere realizar tratamiento endoscópico.