Congreso de Residentes, JMF, Tutores y Unidades Docentes de la semFYC
21 y 22 de abril de 2023
Enfoque individual
Hombre de 36 años, natural de Pakistán, residente en España desde el 2007. Sin alergias medicamentosas conocidas ni antecedentes patológicos de interés.Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Acude porque, tras la muerte de un familiar hace 3 meses, inicia nerviosismo, insomnio de conciliación y mantenimiento. Describe “serpientes” que le entraron al cuerpo y cabeza, que le están comiendo los órganos y le producen dolor y un olor persistente a ternera quemada. Verbaliza ideación autolítica. Destaca la nula conciencia de enfermedad y juicio de la realidad alterado. A la exploración física, constantes y exploración por aparatos dentro de la normalidad, no se observan lesiones cutáneas sugestivas de infestación parasitaria. Se orienta como Síndrome de Ekbom y se deriva para valoración urgente a Psiquiatría.Tratamiento y planes de actuación
En urgencias, analíticamente sin alteraciones, drogas en orina negativas y TC craneal normal. Ingresa en unidad de agudos de Psiquiatría.Evolución
Durante el ingreso, persiste ideación delirante en relación a alucinaciones cenestésicas tipo serpientes encima de su cabeza y dentro del cuerpo por lo que se inicia Abilify en pauta ascendente hasta 30 mg, que resulta eficaz reduciendo las alucinaciones y la repercusión afectiva percibida. Tras estabilidad, se decide alta a domicilio y vinculación a CSMA.En el síndrome de Ekbom o delirio de parasitosis, la persona está convencida, a pesar de la evidencia de lo contrario, que está infectada por organismos vivientes. Se acompaña de alucinaciones táctiles y/o visuales y deterioro funcional. Es típico el «signo de la caja de cerillos» (aportan cajas de fósforos vacías en la que se encuentran los supuestos bichos). Es característico múltiples consultas previas a dermatólogos/infectólogos en las que no se halla patología. La distribución de la incidencia es bimodal, entre los 20 - 30 años y después de los 50 años. El inicio de síntomas es de forma insidiosa y se precede de eventos vitales negativos. Los medicamentos de elección son los antipsicóticos.
Aunque es infrecuente, es necesario permanecer alerta ante pacientes que presenten prurito generalizado sin una causa médica definida.