XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Atención primaria
Caso multidisciplinar
Astenia
Enfoque individual
AP: HTA. Glaucoma. Hiperuricemia. Obesidad. Esteatosis hepática difusa. Consulta a los 20 años por clínica depresiva.
Anamnesis: Varón de 61años que acude por alteración del estado de ánimo desde que está en paro hace 2 años y que ha empeorado en las dos últimas semanas previas a la consulta. Durante los 2 meses siguientes refiere empeoramiento de su clínica depresiva (anhedonia, abulia, anorexia, astenia, afasia de expresión, apraxia, alteración del sueño) con pérdida de más de 15kg, negándose a tomar su medicación antihipertensiva y antidepresiva. Se realizan varias visitas a su médico de familia, oftalmología, trabajadora social. Se cursan múltiples pruebas para descartar organicidad.
Tratamiento actual: Amlodipino, Losartan, Alopurinol.
EF: Normal salvo ánimo deprimido.
PC: TAC craneal, Rx de tórax y de abdomen sin alteraciones. Analítica de sangre con elevación puntual de la amilasa. Sangre oculta en heces y marcadores tumorales negativos.
Enfoque familiar
Vive con su mujer y su hija. Independiente para ABVD. Aislado socialmente desde que está en paro.
Desarrollo
Pérdida de peso y alteración del estado de ánimo en relación con síndrome depresivo. Se logra descartar organicidad con la normalidad de las pruebas complementarias realizadas.
Tratamiento
Se logra convencer al paciente para acudir a consultas de psiquiatría y psicoterapia. Se realiza un cambio de tratamiento antidepresivo logrando una buena adherencia.
Evolución
Después de 2 meses de tratamiento y terapia, el paciente comienza a mejorar clínicamente recuperando poco a poco su vitalidad. A los 4 meses, confiesa estar recuperado al 90% (mejoría de su estado de ánimo, de su vida social y empieza a tener proyectos de futuro).
La depresión puede causar síntomas inespecíficos que pueden ocasionar cierta confusión a la hora de realizar un correcto diagnóstico diferencial. Esto lleva muchas veces a gastos sanitarios elevados, al retraso del diagnóstico del paciente con el consiguiente aumento de la angustia al no saber lo que le pasa, así como al empeoramiento de su clínica. Para ello, se puede trabajar en mejorar las relaciones interdisciplinarias entre el médico de familia, el psiquiatra y psicólogo para agilizar el diagnóstico y correcto tratamiento de los pacientes con sospecha de síndromes depresivos.