II Congreso de Residentes, Tutores, JMF y UUDD
10 y 11 de mayo 2024
Enfoque individual
Antecedentes personales: independiente para actividades básicas vida diaria, sin alergias ni hábitos tóxicos.
Antecedentes patológicos: anemia microcítica en estudio.
Anamnesis y exploración: Presenta lesiones pruriginosas en ambas extremidades inferiores de 10 días de evolución. Piel fototipo VI de la escala de Fitzpatrick. Xerosis cutánea. Presencia de máculas marronoso-violáceas, en disposición reticular, que no desaparecen a la vitropresión y localizadas desde tercio superior tibial hasta el dorso de ambos pies. Destaca desde el inicio del invierno, pasa las tardes sentada cerca de estufa portátil.
Pruebas complementarias: no se realizan.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se orienta como un probable eritema ab igne, entidad benigna caracterizada por una hiperpigmentación reticulada de la piel secundaria a la exposición prolongada y/o repetida a una fuente de calor o de radiación ultravioleta.
El diagnóstico diferencial debe realizarse con la livedo reticularis. Esta en su forma idiopática, presenta lesiones similares de tipo eritematoso o violáceo, sin embargo, suele afectar a las 4 extremidades y empeorar con el frío. En las formas secundarias a vasculitis u obstrucciones vasculares, las lesiones suelen ser asimétricas y parcheadas.
Tratamiento y planes de actuación
El tratamiento consiste en evitar la exposición al causante, en este caso, la estufa. La enfermedad tiende a resolverse espontáneamente en semanas o meses. Algunos pacientes con evolución tórpida pueden ser tratados con 5-fluoracilo tópico y/o terapia laser si presentan hipopigmentación permanente.
Evolución
La paciente se valoró a los 14 días de recomendar abandonar el uso de estufa sin distancia de seguridad, presentando tendencia a la mejoría de la hiperpigmentación aún con persistencia de esta.
Antiguamente, el eritema ab igne se presentaba predominantemente en zonas pretibiales por el uso de estufas u hogueras en el hogar. Actualmente, con la llegada de la calefacción central, objetivamos esta curiosa patología por la exposición a nuevos desencadenantes, como el uso de ordenadores portátiles directamente sobre los muslos o por la aplicación de mantas térmicas para tratar dolores osteomusculares.