Describir la prevalencia de sobrecarga en cuidadores de pacientes con demencia y su asociación con síntomas neuropsiquiátricos (SNP).

Estudio descriptivo transversal de cuidadores de pacientes con demencia no institucionalizados atendidos en el último año en dos centros de salud. Se excluyeron problemas de idioma.

Variables: sociodemográficas de cuidador y paciente, tiempo de cuidado, tiempo de evolución de enfermedad, estadio evolutivo, valoración funcional y frecuencia e intensidad de SNP según la escala Neuropsychiatric Inventory (NPI) (puntuación 0-144). La sobrecarga del cuidador se midió con el test de Zarit reducido para demencias (máximo 20 puntos, sobrecarga ≥10). Se estimó la prevalencia de sobrecarga con su IC95% y los factores asociados mediante chi-cuadrado, T-Student y regresión logística.

Se solicitó consentimiento informado al cuidador entrevistado, al familiar responsable y a los pacientes con capacidad de consentir. Dictamen favorable CEIC.

Fueron incluidos 125 cuidadores de 129 pacientes. Edad media 60.7(14.3), 77.6% mujeres. El 36.8% trabajaban; 48% tenían bachiller o estudios superiores. Un 10.4% eran cuidadores profesionales. El 78.4%(IC95%:71-86) presentaron sobrecarga. La puntuación media del Zarit fue 12.4(3.9) y aumentó según número de SNP del paciente (p=0.042). Los cuidadores con sobrecarga se hacían cargo de pacientes con mayores puntuaciones de NPI (27.6(20.7) frente a 17.0(15.3), p=0,01. En el modelo ajustado los factores asociados a sobrecarga fueron ≥8 horas diarias de cuidado (OR=6.3,IC95%:1.9-20.6), menor educación del paciente (OR=8.6,IC95%:2.5-29.7), presencia de desinhibición (OR=10.8,IC95%:2.4-48.9), actividad motora aberrante (OR=5.0, IC95%:1.3-19.3) e irritabilidad (OR=3.6,IC95%:1.2-10.8).

La sobrecarga de cuidadores de pacientes con demencia es elevada y está asociada a las horas de cuidado y al número e intensidad de SNP. Los síntomas que más sobrecargan son desinhibición, actividad motora aberrante e irritabilidad, síntomas no abordables con fármacos, por lo que es esencial la formación del cuidador en su manejo no farmacológico y potenciar ayudas sociales que permitan compartir la carga de cuidado.