XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Atención Primaria
Mujer de 54 años que acude por hipertensión arterial.
Enfoque individual
Antecedentes personales: No alergias farmacológicas. Enfermedad de Graves de más de 30 años de evolución, tratamiento con radioiodo. Hipotiroidismo secundario en tratamiento con levotiroxina 50 mcg/d. Dolor sacro de ritmo mixto con resolución tras bloqueo farmacológico. Colecistectomía, quiste renal izquierdo y mioma uterino.
Fumadora 40 paq/año.
La paciente acude a urgencias por crisis hipertensiva (200/100 mmHg) y cefalea sin otros síntomas. Se inicia el tratamiento con amlodipino 5 mg a demanda y se deriva a nuestro centro.
La valoramos en Atención Primaria, donde la paciente refiere mejoría sintomática y sustituimos el tratamiento por ramipril 5 mg y realizamos MAPA que muestra buen control. Se realiza estudio analítico presentando hiperlipidemia de nueva aparición (Colesterol 325 mg/dL) y proteinuria en rango nefrótico (Albúmina 1055 mg/L; Coc. albumina/creatinina 2600 mg/g).
Posteriormente presenta intolerancia al ramipril en forma de tos por lo que se sustituye por losartan 50 mg, objetivándose en la visita de control edemas bimaleolares sin otras alteraciones a la exploración física y se añade furosemida 40 mg/día.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Ante la sospecha de un síndrome nefrótico se realiza interconsulta a Nefrología, completándose el estudio con biopsia renal, compatible con el diagnóstico de nefropatía membranosa y se descarta una posible etiología neoplásica.
Tratamiento y planes de actuación
Se mantiene tratamiento con losartan y furosemida se decide estudio de posible nefropatía membranosa secundaria.
Evolución
Actualmente la paciente sigue en control por el servicio de Nefrología.
Este caso pone de manifiesto la importancia de un buen estudio inicial de patologías tan frecuentes en el entorno de la Atención Primaria como son la Hipertensión Arterial y la Hipercolesterolemia.
En ocasiones, con patologías muy prevalentes y de manejo habitual en nuestro medio, el presuponer su etiología o usar la respuesta a los tratamientos como herramienta diagnóstica puede demorar el diagnóstico de una patología subyacente potencialmente tratable, por lo que desde Atención Primaria debemos tener en cuenta siempre los posibles diagnósticos diferenciales aún en patologías tan habituales.