XL Congreso Nacional y I Congreso Virtual de la semFYC - Valencia
del 15 de septiembre al 6 de octubre de 2020
Atención primaria.
Cefalea, náuseas, pirosis, palpitaciones, poliartralgias.
Enfoque individual
Mujer de 62 años con antecedentes de hipertensión arterial y dislipemia. Acude a consulta de atención primaria con una frecuencia de 2-3 veces por semana por motivos como cefalea, pirosis y poliartralgias que ceden tras tratamientos de poca duración, dando paso a nuevos síntomas que no se relacionan con los anteriores.
La exploración física es normal. En la analítica no hay alteraciones. Las radiografías de cadera y rodillas muestran signos de artrosis leve.
Tras preguntar en varias ocasiones sobre la situación familiar, la paciente refiere que no tiene problemas personales ni en domicilio y desvía la pregunta hacia otro síntoma físico.
Consultando las dispensaciones de farmacia, se advierte que no ha sacado la mayoría de los tratamientos prescritos.
Enfoque familiar y comunitario
Aprovechando las ocasiones en las que acude acompañada, la paciente relata que tiene 3 hijas casadas y un hijo soltero y desempleado que vive en el domicilio con ella y su marido. Recientemente se han divorciado sus dos hijas mayores y han vuelto al núcleo familiar.
La relación es buena con sus hijas y conflictiva con su hijo, ya que ahora tiene que compartir domicilio y recursos económicos. Esto genera un ambiente hostil que dificulta la convivencia y que está generando un deterioro de la relación conyugal.
La paciente muestra sentimientos de soledad por falta de apoyo familiar y un gran nivel de ansiedad.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Juicio Clínico:Trastorno por somatización indiferenciado.
Diagnósticos diferenciales: Trastorno facticio y simulación, Trastorno conversivo,Trastorno adaptativo.
Tratamiento y planes de actuación
Se programan las visitas en vez de continuar con las consultas a demanda.
Se prescribe Alprazolam 0.5 mg a demanda en los momentos de mayor ansiedad.
Evolución
Disminuyen los síntomas físicos y se crea un ambiente distendido donde la paciente narra sus miedos y sus inquietudes.
La prevalencia de malestar psíquico (evaluado con el General Health Questionaire) oscila en España alrededor del 26% y su puerta de entrada es la Atención Primaria. La evaluación psicopatológica debe realizarse en el marco de una relación asistencial presidida por la confianza, la empatía del profesional y la distancia terapéutica (analizar objetivamente los datos que se van obteniendo, independientemente del agrado o desagrado que merezca el/la paciente).
La somatización es el centro del síndrome, entendiendo por somatización la presencia de síntomas físicos que sugieren un padecimiento orgánico sin datos objetivos que lo confirmen. Es fundamental conseguir una relación de confianza con estos pacientes para el abordaje integral y poder llegar así al diagnóstico.