Dar a conocer el trabajo realizado como rotantes en la ONG Hands For Health en Paso Canoas.

Cuando tres médicas residentes de medicina familiar y comunitaria en su último año decidimos embarcarnos en la aventura de un voluntariado en Hands for Health (HFH), en Costa Rica, no esperábamos que esta experiencia mejorara y enriqueciera tanto nuestra competencia cultural y visión comunitaria.
Además de los proyectos realizados en la comunidad indígena de La Casona, también brindamos apoyo sanitario en Paso Canoas. Esta es una pequeña población que hace de frontera con Panamá, donde reciben asistencia sanitaria todos aquellos migrantes en su recorrido hasta, en la mayoría de los casos, el sueño de llegar a Estados Unidos. En los últimos años, la mayoría de los migrantes proceden de Venezuela, aunque también migran desde Haití, Colombia, Ecuador, etc. La única manera de cruzar el continente americano vía terrestre es la carretera Panamericana, que se interrumpe durante cientos de kilómetros en la selva del Darién, un lugar inaccesible y peligroso, habitado en su mayoría por bandas criminales que se aprovechan de la vulnerabilidad de estos migrantes. Cuando consiguen atravesar el tapón del Darién, deben conseguir comprar el billete que los llevará hasta el siguiente destino. Este es Paso Canoas, donde HFH tiene instalado un puesto con recursos básicos como analgésicos, antibióticos y material para curas. Antiguamente, era el padre de familia el que migraba buscando un futuro mejor. En los últimos años, son familias completas las que migran, que incluye niños pequeños que tienen que soportar las duras condiciones del viaje. En este camino, además de curar las heridas visibles, nuestra labor también consistió en escuchar y acompañar.

Esta experiencia nos ha permitido dar asistencia en zonas rurales con escasa disponibilidad de recursos, potenciando nuestra autonomía como médicas de familia.

Consideramos que esta experiencia puede motivar a otros residentes y médicas de familia para que se embarquen en esta aventura.