XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Atención primaria / Urgencias.
Caso multidisciplinar
Fiebre intermitente de varios días de evolución acompañado de tos seca.
Enfoque individual
Mujer de 38 años, no fumadora ni consumidora de hábitos tóxicos, con antecedentes personales de Linfadenitis Granulomatosa en 1999 y bocio normofuncionante con desplazamiento de traquea.
La paciente acudió a Urgencias por clínica de dos semanas de evolución de astenia, malestar general, tos seca, además de fiebre intermitente y opresión centro-torácica que se agudizaba con el decúbito, sin respuesta a tratamiento sintomático ni antibioterapia, pautados 7 días antes en CAP.
Durante su estancia en área de Urgencias mientras estaba en reposo, sufre episodio sincopal, siendo trasladada a Sala de Críticos, donde se aprecia hemodinámica inestable con taquicardia a 131 lpm, hipotensión 95/55 mmHg, además de dolor centro-torácico opresivo e importante ingurgitación yugular, junto con taquipnea, palidez cutánea, sudoración y fiebre de 38.4º.
Tras una primera valoración se realiza electrocardiograma donde se aprecia ritmo sinusal con ligera alternancia eléctrica del complejo QRS y bajo voltaje en todas las derivaciones, además de ondas T negativas en precordiales laterales. Se realiza ecocardiografía transtorácica urgente evidenciándose severo derrame pericárdico concéntrico con colapso telesistólico de aurícula derecha y datos de taponamiento cardiaco
Enfoque Familiar
Sin repercusión
Desarrollo
Taponamiento cardíaco
Tratamiento
Pericardicentesis con drenaje de 350 ml.
Evolución
El líquido drenado de aspecto mascroscópico serohemático, se mandó para estudio bioquímico, recuento celular y anatomopatológico, reflejando un claro predominio de células monomorfonucleares (67%), con cultivo positivo para el Epstein Barr( técnica realizada mediante inmunofluorescencia y ELISA).
La paciente fue tratada además del drenaje pericárdico, con AINEs conllevando a una buena evolución posterior.
Dada la elevada incidencia de VEB es importante conocer la posible afectación cardíaca, estando justificado un tratamiento agresivo en situaciones catastróficas como la acontecida en nuestro caso, siendo de capital importancia establecer una estrecha precaución en pacientes con antecedentes clínicos de mononucleosis infecciosa, debiéndose llevar a cabo una adecuada monitorización y seguimiento por ecocardiografías transtorácicas periódicas, y un estrecho seguimiento de este tipo de pacientes.