XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Ponente
Carles Llor Vilà
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. CS Manso – Via Roma. Barcelona. Doctor en Medicina. Miembro del GdT de Enfermedades Infecciosas de la semFYC.
Resumen
El uso de técnicas de diagnóstico rápido en situaciones de incertidumbre clínica ayuda al clínico en la toma de decisiones en aquellas situaciones en que su uso está claramente establecido; por una parte, reduce la prescripción innecesaria de antibióticos y, por otra, ayuda a que la prescripción de estos sea más razonada. No obstante, solo debería recomendarse el uso de pruebas válidas, con indicaciones claras y fáciles de implementar y de interpretar. No deben usarse fuera de las indicaciones existentes para su uso, ya que podrían aumentar los resultados falsamente positivos. Las técnicas de diagnóstico rápido deben complementar la anamnesis y la exploración física, que deben realizarse antes del uso de la prueba, nunca reemplazarlas. Además, el uso de estas pruebas en situaciones en que el clínico percibe que el paciente o sus padres desean la prescripción de un antibiótico ha demostrado ser útil para convencerlos de que el antibiótico no es necesario cuando el resultado de la prueba es negativo. En esta mesa de actualización se efectuará un repaso de aquellas pruebas que han demostrado ser útiles en la consulta del médico de familia.
En esta actividad se realizar una actualización sobre la validez de pruebas de diagnóstico rápido en los procesos infecciosos en Atención Primaria (AP). Se tratan principalmente aquellas que se usan más a menudo y otras que se están introduciendo en otros países de nuestro entorno, como tiras reactivas de orina para el diagnóstico de infecciones del tracto urinario y uretritis, técnicas antigénicas rápidas para el diagnóstico de la faringitis estreptocócica, la prueba rápida de proteína C reactiva, la prueba de recuento de leucocitos con diferenciación de los distintos tipos de glóbulos blancos, la microscopía de contraste de fases para el diagnóstico de vaginitis e infecciones urinarias, pruebas de inmunoensayo para el diagnóstico rápido de la gripe y pruebas de detección de antígenos de virus de Epstein-Barr para el diagnóstico de la mononucleosis infecciosa, y se explicarán sus pros y contras.
El uso de pruebas rápidas en la consulta viene recogido en el documento titulado Tackling drugs resistant globally: Final report and recommendations, de Jim O’Neill, adoptado por el Global Action Plan on antimicrobial resistance y firmado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2016, como una herramienta que puede llegar a reducir la prescripción innecesaria de antibióticos en un 70 % en las infecciones del tracto respiratorio inferior y en un 84 % en las faringitis, siempre que los médicos de AP sigan correctamente las guías de práctica clínica y usen estas pruebas rápidas en las situaciones recomendadas1,2.
En los últimos años se han comercializado muchas pruebas rápidas, pero no todas ellas son útiles ni deben utilizarse en la práctica clínica. Estas deben cumplir unas premisas básicas, que son las siguientes:
Pocas pruebas rápidas existentes en el mercado actualmente cumplen todas las condiciones anteriores4. En este sentido, las técnicas diagnósticas rápidas más importantes que deberían recomendarse en los procesos infecciosos en AP son las técnicas antigénicas rápidas para el diagnóstico de la faringitis causada por el estreptococo β-hemolítico del grupo A, o Strep A, y la prueba rápida de la proteína C reactiva para distinguir una bronquitis aguda de una neumonía en una infección del tracto respiratorio inferior. El Strep A presenta una especificidad superior al 95 % y una sensibilidad que oscila entre el 60 y el 95 %, aunque los nuevos métodos inmunocromatográficos presentan una sensibilidad de, aproximadamente, el 90 %, siendo más elevada entre la población adulta y entre aquellos con mayor probabilidad de infección estreptocócica, lo que se conoce como sesgo de espectro5. La técnica es sencilla. Se recomienda el uso de esta prueba cuando el médico sospecha que pueda presentar una infección por este germen, de forma que antes de prescribir antibióticos en una faringitis aguda debería realizarse esta técnica; en cambio, no debe realizarse en las siguientes situaciones:
Se recomienda la utilización de la proteína C reactiva ante síntomas de infecciones del tracto respiratorio inferior si no se ha realizado el diagnóstico de neumonía y existe incertidumbre sobre la prescripción o no de antibióticos, tal como lo recoge la Guía Europea de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, la guía del National Institute for Health and Clinical Excellence británico de neumonía de 2014 y la guía holandesa de tos aguda6-8. Su utilización en las consultas de AP puede reducir el consumo de antibióticos sin que empeore la evolución clínica del paciente9. Resultados por debajo de 20 mg/L desaconsejan la utilización de antibióticos, mientras que por encima de 100 mg/L indican su utilización. En cambio, no debe realizarse en los siguientes casos:
En España, los médicos de familia siguen confiando en la realización de la prueba de la tira reactiva de leucocitoesterasa-nitritos para hacer el diagnóstico de infección urinaria porque se trata de un método rápido para la detección de piuria. De forma general, la leucocituria presenta una sensibilidad que oscila entre el 68 y el 98 %, con una especificidad del 70 al 98 %, mientras que los nitritos presentan una especificidad superior al 92 % pero la sensibilidad es muy amplia (35-85 %). Sin embargo, estos porcentajes han sido recientemente cuestionados ya que se trata de estudios efectuados en servicios de urgencias o en el ámbito especializado, donde la incidencia de infección urinaria es más alta, se trata de estudios con tamaños muestrales muy bajos. A partir de un trabajo efectuado enteramente en AP, la sensibilidad real de la presencia de nitritos positivos y leucocituria o sangre es solo del 77 %, con una especificidad del 70 %. En este trabajo, el valor predictivo positivo fue del 73 % y el valor predictivo negativo, del 92 %10. Una leucocituria positiva puede ser debida a contaminación genital y no todos los uropatógenos dan lugar a una reacción positiva de nitritos.
El uso de todas estas pruebas rápidas nunca debe reemplazar a la historia clínica y a la exploración física, debe complementarlas. En determinadas situaciones es más fácil convencer al enfermo sobre la necesidad de dar o no antibióticos con la realización de una pruebay pueden ser útiles también en aquellas situaciones en las que el médico perciba que el paciente desea que se les prescriba un antibiótico.