Disfagia y disartria.

Enfoque individual

Hombre de 71 años con antecedentes de hipertensión arterial, obesidad y apnea obstructiva del sueño. 

Acude por presentar disfagia, disartria, sialorrea y claudicación del hemicuerpo izquierdo. Ante la sospecha clínica de accidente isquémico transitorio se deriva a urgencias, donde se realiza: TAC craneal, RM craneal y ecocardiograma, sin evidencia de isquemia aguda ni diagnóstico claro al alta, iniciando tratamiento con ácido acetilsalicílico.

Tras mejoría parcial de los síntomas, persiste la disfagia, por lo que reconsulta a nuestro centro de Atención Primaria.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

El paciente acude por disfagia leve a sólidos y a líquidos, con pérdida de 11 kg de peso en 3 meses. En la exploración aparece muguet oral y se inicia tratamiento con Nistatina. Se decide solicitar fibrogastroscopia, evidenciándose placas blanquecinas en tercio medio e inferior del esófago sugerentes de candidiasis esofágica. La biopsia confirma colonias de Cándida albicans.

Tratamiento y planes de actuación

Se inicia tratamiento con fluconazol observándose mejoría clínica. Se comenta caso con digestivo quienes recomiendan nueva gastroscopia al mes.

Evolución

Al finalizar el tratamiento con fluconazol, empeora nuevamente la disfagia y la disartria.

Durante la visita, se evidencia fatigabilidad con el habla que en consultas iniciales no se observaba. Se decide realizar interconsulta a Neurología quienes recomiendan iniciar tratamiento con piridostigmina ante la alta sospecha de miastenia gravis, observándose mejoría significativa.

Es importante conocer las diversas causas de disfagia y saber actuar ante cada una de ellas. Además de explorar al paciente de forma global e íntegra.

En este paciente impresiona que la causa podría ser multifactorial. El hecho de abordar al paciente de forma multidisciplinar (Médico de Familia, Neurología y Digestivo), ha permitido llegar al diagnóstico de forma más rápida y precisa, así como iniciar un tratamiento óptimo mejorando su calidad de vida. 

En muchas ocasiones nos vamos a encontrar casos con múltiples síntomas que no siempre pueden ser explicados por una misma enfermedad, como en nuestro caso, en que síntomas neurológicos y digestivos orientaban a diferentes enfermedades, lo que nos puede llevar a confusiones que debemos tener presente en el momento de hacer el diagnóstico diferencial.