Congreso de Residentes, JMF, Tutores y Unidades Docentes de la semFYC
21 y 22 de abril de 2023
Enfoque individual
Antecedentes personales: Menopausia quirúrgica precoz, Síndrome de Lynch (mutación MSH2). Antecedentes quirúrgicos: histerectomía + doble anexectomía laparoscópica. Situación basal: IABVD, Carnicera. Tratamiento habitual: No refiere.
La paciente acude por lesión de pequeño tamaño en mentón izquierdo de un mes de evolución, con dolor y prurito mínimos, compatible con de forúnculo cutáneo. Niega lesiones similares con anterioridad y no sabe si sus familiares con síndrome de Lynch han presentado lesiones cutáneas.
Inició por su cuenta tratamiento tópico con mupirocina. Dos semanas después, ante la falta de respuesta, consulta con su MFyC quien inicia tratamiento con cloxacilina 500 mg/8 h y clindamicina tópica.
En la exploración inicial presentaba una lesión papulosa de 2-3 mm de diámetro, redondeada, eritematosa, no indurada ni adherida a planos profundos. La evolución de la lesión fue desfavorable con aumento de tamaño, hasta 8 mm, y aparición de costra central sugestiva de ulceración; además, presentó varios episodios de sangrado en contexto de rascado.
Ante la falta de respuesta a los dos tratamientos antibióticos y la evolución de la lesión, se decidió realizar interconsulta urgente a dermatología para valoración.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
DD: picadura, forúnculo, tumoraciones.
Queratoacantoma en paciente con Síndrome de Lynch/Muir Torre.
Tratamiento y planes de actuación
Se realizó procedimiento diagnóstico-terapéutico con un rebanado de la lesión y análisis anatomopatológico. El estudio genético de la lesión mostró una pérdida de expresión en la lesión tumoral de: MSH2 y MSH6.Evolución
Correcta cicatrización y sin recidivas un mes después.El síndrome de Muir Torre (MST), autosómico dominante, es una variante fenotípica del Síndrome de Lynch en la que los pacientes presentan tumores en las glándulas sebáceas (generalmente en cara, cuero cabelludo o párpados) y en órganos internos.
Ante una lesión papulosa única sin signos de alarma, la actitud mostrada en el caso clínico es correcta, ya que el origen infeccioso es el más probable. Es importante explicar la evolución natural de la patología y los motivos por los que se debería volver a consultar. Ante el empeoramiento descrito: aumento de tamaño y ulceración, se debe sospechar patología tumoral.