XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
El dolor crónico es una de las principales causas de incapacidad e impotencia funcional en la sociedad actual. Por ello, uno de los problemas que nos encontramos en Atención Primaria, cada vez con mayor frecuencia, es el aumento del número de pacientes bajo tratamiento anticoagulante que son derivados desde atención especializada para que se les realice la terapia puente antiagregación de cara a recibir una infiltración en la Unidad de Dolor.
Hemos constituido un grupo de trabajo multidisciplinar constituido por especialistas en Anestesia, Hematología, Cardiología , Rehabilitación y Medicina Familiar, con el objetivo de elaborar una guía para mejorar la calidad y seguridad en la atención de los pacientes antiagregados y anticoagulados de cara a recibir una infiltración en la Unidad de Dolor.
Los pacientes anticoagulados se dividen: los que precisan suspender los ACO y realizar terapia puente con heparina de bajo peso molecular (HBPM) (riego hemorrágico elevado y moderado) y los que no (bajo riesgo hemorrágico). Los anti-vitamina K se suspenderían los 3-5 días previos a la infiltración. Los Anticoagulantes Directos (DACOS entre 3-5 días, dependiendo del fármaco. La terapia puente de HBPM se iniciaría al día siguiente de la suspensión del anticoagulante. Contemplamos situaciones especiales como la insuficiencia renal: aumenta los intervalos de seguridad en la suspensión de los y la utilización de TINZIPARINA como HBPM (tanto para los pacientes con DACOs como para aquellos con anti-vitamina K) en el paciente ambulatorio con insuficiencia renal.
La reintroducción de los DACOS y antivitmina K se realizará a las 24 horas de la técnica. Sin necesidad de poner HBPM simultáneamente en el caso de los DACos, pero si en los anti-vitamina K (durante los 5 días posteriores y hasta que el INR este en rango terapéutico).
Todos aquellos pacientes anticoagulados derivados a la Unidad de Tratamiento del Dolor.