XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención Primaria
Caso multidisciplinar
Trastorno de la marcha.
Enfoque individual
Varón de 70 años sin antecedentes personales de interés. Acude por dificultad de la marcha progresiva de tres meses de evolución. Refiere sobre todo sensación de inestabilidad y dificultad de iniciar la marcha tras sedestación, además de parestesias en el miembro inferior derecho. Está precisando de bastón. Los familiares comentan deterioro de la funcionalidad del paciente franco y progresivo.
Exploración: Miembro inferior izquierdo y derecho tienen movilidad y fuerza completa. Los reflejos osteotendinosos de ambos miembros inferiores están exaltados con aumento de área. La deambulación presenta arrastre de pie derecho en la fase de balanceo, escasa flexoextensión de rodilla, velocidad de la marcha anormalmente lenta. Presenta mioclonias y rigidez, no temblor.
Pruebas complementarias: Derivado a neurología por sospecha de patología de canal y trastorno neuromotor. Resonancia magnética lumbar con estenosis de canal lumbar L3-sacro. Electromiograma objetiva radiculopatía L5-S1 derecha crónica y leve.
Enfoque familiar
Casado, con dos hijos, buen soporte. Alternan vivir en Madrid con su pueblo de Zamora. Tiene dos hermanos diagnosticados de enfermedad de Parkinson.
Desarrollo
Diagnóstico inicial de estenosis de canal lumbar y esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Se descartan opciones invasivas siendo derivado a rehabilitación. El deterioro es progresivo, precisando dos bastones. Valorado de nuevo por neurología, emite juicio clínico de paraparesia espástica familiar
Diagnóstico diferencial: ELA, esclerosis múltiple, fístula arteriovenosa dural, síndrome rígido acinético.
Identificación problemas: Se trata de una enfermedad progresiva degenerativa que está limitando progresivamente la autonomía del paciente, con disminución del ánimo y múltiples caídas. Carga familiar.
Tratamiento
Soporte emocional, rehabilitación y riluzol.
Evolución
Continúa empeorando su funcionalidad. Presenta espasticidad, mayor rigidez y arrastre de ambos pies. Asiste diariamente a rehabilitación para re-educación de la marcha.
La pérdida de funcionalidad es un motivo de consulta frecuente en la actividad asistencial diaria que atribuimos habitualmente a cambios fisiológicos del envejecimiento. Los trastornos de la marcha en el anciano comprenden una entidad multifactorial e infradiagnosticada debido a síntomas poco definidos y comunes. El médico de familia debe estar atento a las quejas, reconocer los síntomas y signos iniciales, y seguir un protocolo de actuación para realizar un correcto diagnóstico de la causa, además de realizar prevención de caídas.