XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Atención Primaria, Neurología y Psiquiatría.
Caso multidisciplinar.
Mujer de 40 años. Tras una situación de estrés en el ámbito laboral (Banca) comienza a sufrir crisis tónico-clónicas pero solo del brazo derecho. Ceden solas tras relajación como cualquier crisis parcial simple. Consulta por preocupación ya que le suceden más a menudo y sin sucesos adversos, es decir, estando tranquila.
Enfoque individual
Antecedentes familiares y personales: no presenta.
Exploración física: neurológica normal, sin focalidad.
Analíticas y TAC y RMN normales.Derivada a Neurólogo para descartar crisis epiléptica, que descartan tras realizarle pruebas. No está definido su proceso, pero lo llaman trastorno de la motilidad o disociativo.
Enfoque familiar
Tiene actitud de búsqueda de soluciones para superar la crisis, e intenta controlarlas, es colaboradora y receptiva a terapia. Sigue bien las indicaciones conductuales como la relajación,pero le cuesta mucho expresión emocional y la exposición porque le desencadena la crisis, comunicativa, contracturas parciales generalizada de repetición y súbitas que intenta controlar.
En varias ocasiones acude a urgencias donde le han puesto tratamientos que no eran los adecuados, todos tratan de sedarla o de ponerle Akinetón (Biperideno) para los trastornos de Parkinson o síntomas piramidales. Esto empeora el cuadro.
Grandes apoyos familiares, de sus padres sanos y que le apoyan en todo y una hermana.
Desarrollo
Trastorno disociativo de la motilidad.
Diagnóstico diferencial con trastorno Psicótico, Ideas delirantes, Esquizofrenia, Epilepsia en todas sus variantes, etc.
Llegando a la conclusión de que es debido a situaciones de estrés que vive la paciente y que le llevan a tener esos espasmos.
Tratamiento
Escitalopram, Alprazolam, Eslicarbazepina.
Evolución
Regular evolución, aún sigue en estudios y con visitas a múltiples neurólogos privados para obtener otros diagnósticos.
La evolución es buena y controlada, tras cambio de su puesto de trabajo en el que no está de cara al público.
Encontramos casos que no están bien definidos como patologías concretas dentro de la medicina científica y aún más en procesos mentales, pero no por ello debemos menospreciarlo ni pensar que es irreal, pues para la paciente sus crisis son certeras y tiene dificl solución, sin embargo en estos casos el apoyo es fundamental por parte de su médico de cabecera, es como un padre cuando acepta debilidades de un hijo.