XXXV Congreso de la semFYC - Gijón
del 11 al 13 de junio 2015
Analizar cuáles son las fracturas óseas más frecuentes en ancianos atendidas por una UVI (unidad de vigilancia intensiva) móvil así como su tratamiento.
Estudio descriptivo transversal. Se analizaron todas las historias clínicas que tuvieran como diagnóstico final fractura de algún hueso, en pacientes mayores de 75 años, durante un periodo de 12 meses. Variables analizadas: tipo de fractura, inmovilización utilizada administración o no analgesia y analgésicos más frecuentes
Se obtuvieron un total de 47 casos diagnosticados de fractura. Las fracturas fueron: cúbito y radio en 4 ocasiones (8.51%), tobillo en 2 casos (4.25%), hombro en 3 ocasiones (6.38%) y fractura de cabeza de cadera en 38 ocasiones (80,85%). Como inmovilización hasta llegar al hospital se usó la férula de vacío de miembro para los casos de fractura de tobillo y cúbito y radio, las fracturas de cadera solo se inmovilizaron en 7 ocasiones, utilizando para tal fin el colchón de vacío. Para la fractura de hombro se usó un vendaje funcional. Se administró analgesia sólo en 20 casos (42.55%). Los analgésicos más utilizados fueron los opiáceos mayores. El fentanilo se usó en 9 ocasiones, seguido de la morfina que se usó en 5 ocasiones. Otros analgésicos fueron: el metamizol y el paracetamol.
La población donde se llevó a cabo el estudio, es una población muy envejecida, lo que explicaría la alta incidencia de fracturas de cadera. En cuanto a la inmovilización, destacar que la fractura de cadera sólo se inmovilizó en 7 ocasiones. Hecho que podría justificarse por la cercanía del hospital. El resto de fracturas fueron inmovilizadas correctamente. Menos de la mitad de los casos fueron analgesiados. Este estudio nos lleva a concluir que debemos inmovilizar todas las fracturas de cadera y analgesiar adecuadamente a nuestros pacientes para evitar su sufrimiento.