XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Atención Primaria
Caso multidisciplinar
Febrícula
Enfoque individual
Hombre de 47 años, con antecedentes de diabetes mellitus tipo 1 en tratamiento insulínico e immunodeficiencia variable común en tratamiento con inmunoglobulinas semanales.
El paciente consulta a su médico de cabecera por febrícula de predominio vespertino con aumento de sudoración de un mes de evolución, acompañado de astenia, anorexia y pérdida de 2 kgde peso (síndrome tóxico).
En la exploración física inicial destacan adenopatías axilares y engonales ya conocidas, sin fiebre ni otras alteraciones a nivel cardiopulmonar o abdominal.
En el estudio inicial, se realiza radiografia de tórax y analítica sanguínia que no muestran alteraciones, a excepción de una ligera monocitosis y una PCR de 3,5.
Dada la persistencia de la clínica y los antecedentes del paciente, se deriva a diagnóstico rápido de Medicina Interna.
Enfoque familiar
No procede
Desarrollo
Ante la sospecha de un proceso linfoproliferativo como primera opción diagnóstica, se realiza un TAC que muestra adenopatías a nivel mediastínico con afectación pulmonar parenquimatosa del lóbulo inferior. Se descarta linfoma por medio de biopsias. Seguidamente, pensando en una TBC pulmonar como segunda opción, se realiza PPD de 17mm y esputo con PCR positiva para Mycobacterium tuberculosis complex.
Con el diagnóstico de tuberculosis pulmonar bacilífera, se ingresa al paciente para inicio de tratamiento.
Tratamiento
Se inició tratamiento antituberculoso con isoniacida, rifampicina, pirazinamida y etambutol con controles de peso y hepatotoxicidad.
Evolución
Después de 2 semanas de hospitalización, el paciente se da de alta, con tratamiento ambulatorio y siguiendo controles con Medicina Interna, Neumología y en nuestro centro de Atención Primaria.
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa altamente contagiosa, con una prevalencia no despreciable actualmente. La infección se adquiere via respiratoria y su afectación más frecuente es pulmonar, aunque puede diseminarse en todo el organismo y dar distintas formas de presentación. Para su tratamiento es necesaria la combinación de como mínimo cuatro antibióticos, debido a la elevada prevalencia de resistencias. Dada su alta contagiosidad, es una enfermedad de declaración obligatoria. Por este motivo, ante un paciente con síntomas sugestivos y factores de riesgo hay que incluir la tuberculosis en el diagnóstico diferencial, sobre todo en la valoración inicial desde los centros de atención primaria.