XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención Primaria
Caso multidisciplinar
Mujer de 49 años que consulta por tumefacción en región glútea derecha de varias semanas de evolución. Acudió a consulta de Ginecología donde se le realizó citología normal.
Enfoque individual
Antecedentes: Sin interés. Tratamientos: ninguno
Exploración: tumefacción palpable en planos profundos en región glútea derecha.
Pruebas complementarias: analítica normal (hemograma, bioquímica general, VSG, pruebas renales y hepáticas). Ecografía: masa lobulada sólida hipoecogénica de 5,9x4x6,2 cm de diámetro localizada en planos profundos de región medial de glúteo derecho sin contacto con estructuras musculares del esfínter de amplio diagnóstico diferencial.
RM: Tumoración bien definida de aspecto sólido en grasa de fosa isquiorrectal derecha. En la porción anterior contacta con la pared anterolateral derecha del canal anal y la pared posterolateral derecha vaginal, sin signos infiltrativos.
Se derivó a Unidad de Cirugía Colorrectal y Proctología que realiza biopsia para confirmar el diagnóstico.
Desarrollo
DD: lipoma, hamartoma quístico pararrectal, quiste dermoide, leiomiosarcoma, tumor neurogénico.
JC: Angiofibroma celular con focal transformación sarcomatoide en fosa isquiorectal.
Tratamiento
La biopsia describe la lesión como tumoración miofibroblástica benigna compatible con angiofibroma celular con focal transformación sarcomatoide en fosa isquiorectal por lo que se le propone resección de la tumoración, que se realiza sin incidencias.
Evolución
Buena evolución de la herida quirúrgica. Se recomienda seguimiento anual mediante pruebas de imagen.
La aparición de tumefacciones, que sugieren diagnóstico de lipoma, es un motivo de consulta frecuente en AP. Es importante individualizar cada caso y llevar a estudio aquellos que nos planteen otros diagnósticos diferenciales así como tener un seguimiento que nos lleve a un diagnóstico de certeza.
En esta paciente el crecimiento en pocas semanas, y la localización, nos sugirieron realizar pruebas, siendo recomendable comenzar siempre por la ecografía, valorando otras posibilidades según el resultado.
En nuestro caso se trató de un angiofibroma, tumor miofibroblástico benigno cuya recurrencia local es poco frecuente. Raros casos presentan transformación sarcomatoide como es el caso que nos concierne. Se han realizado estudios de seguimiento de pacientes con transformación sarcomatoide de dicho tumor, que concluyen que la importancia biológica de la atipia o transformación sarcomatosa es incierta, no habiéndose demostrado que aumente el riesgo de recurrencia ni evolución a metástasis.